Tribunal Constitucional: “La vacunación infantil es obligatoria, con excepciones”
Las autoridades checas no coinciden en cuanto a la vacunación obligatoria de los niños. Mientras el Ministerio de Salud prepara un cambio legislativo para poder castigar con mayor severidad a los padres que se opongan a la inmunización de sus hijos, el Tribunal Constitucional ha decidido esta semana a favor de un hombre que fue multado por ello.
El número de padres que se oponen a la vacunación de sus hijos aumenta en el país. Entre los que temen los efectos secundarios está Pavel Vavřička. En 2003 rechazó la vacunación de sus dos hijos contra el tétano, la hepatitis B y la poliomielitis, por lo cual fue sancionado con una multa de 120 euros por el servicio de higiene local.
Vavřička presentó una demanda ante el Tribunal Municipal de Praga y posteriormente ante el Tribunal Supremo, en ambos casos, sin éxito. Pero no abandonó la lucha judicial y se dirigió al Tribunal Constitucional, donde esta semana finalmente le dieron la razón, según afirma la portavoz del Tribunal, Jana Pelcová.
“El Tribunal Constitucional ha decidido que casos así deben ser juzgados individualmente. Hay que prestar mucha atención a los argumentos de la persona que rechace la vacunación de sí misma o de sus hijos. Las autoridades sanitarias deben tomar en consideración todos los aspectos y, en casos excepcionales, desistir de sanciones”, sostuvo Pelcová.La sentencia del Tribunal Constitucional es una solución salomónica. Por un lado, no pone en duda la obligatoriedad de la vacunación infantil, por otro, dice que no todos los padres que la rechacen deben ser sancionados.
En cambio, el Ministerio de Salud lo tiene bien claro. Prepara una enmienda a la Ley de Protección de la Salud Pública que permitirá penalizar a los todos los que se opongan a la vacunación obligatoria de sus hijos. La sanción podría alcanzar hasta 400 euros.Según el presidente de la Asociación Checa de Vacunación, Roman Prymula, no se trata de castigar a los padres rebeldes, sino de proteger la sociedad ante eventuales enfermedades.
“No soy partidario de sanciones duras, pero la vacunación es necesaria. Entre el 85% y el 99% de la población de Europa es vacunada. No existe país europeo donde el porcentaje sea menor. Es de interés público que así sea”, señaló Prymula.
Según Prymula, los padres que rechazan vacunar a sus hijos sin tener motivos serios para ello son poco solidarios con el resto de la población.“Existe un reducido número de niños que no pueden ser vacunados por razones de salud y es de vital importancia para ellos que el resto de la población sea vacunada”, subrayó.
Por otro lado, Chequia está entre los países que aplican el mayor número de vacunas obligatorias a los menores. Mientras que en Francia por ejemplo, los niños son vacunados obligatoriamente contra tres enfermedades, y en Bélgica sólo contra una, a los niños checos se les aplican nueve vacunas.