Los checos no quieren aplicarse la tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19

Cada vez menos personas en Chequia se aplican la dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19. Así lo reveló un estudio de la compañía PAQ Research, realizado para la Radio Checa.

En el marco del proyecto ‘Chequia 2022: La vida impagable’ (Život k nezaplacení), un grupo de sociólogos estudia las posturas de unas 1600 personas frente al COVID-19 y la vacunación contra el virus. Desde otoño del año pasado especialistas de la compañía PAQ Research en colaboración con la Radio Checa, siguen la disposición de los ciudadanos para aplicarse la dosis de refuerzo contra el coronavirus.

Daniel Prokop,  foto: Elena Horálková,  ČRo

Mientras que a finales del año pasado y comienzos del presente un 63% de los encuestados tenían o querían aplicarse la tercera dosis de refuerzo de la vacuna, actualmente ese porcentaje es del 58%.

La disposición para la tercera dosis disminuye tanto entre los jóvenes, como entre las personas de mayor edad, o sea, el grupo más vulnerable. De acuerdo con los resultados del estudio, una de cada seis personas de la tercera edad no tiene ni una sola dosis de la vacuna contra el COVID-19. En su mayoría se trata de personas con educación básica o media, de acuerdo con el sociólogo Daniel Prokop.

“Alrededor del 30% de las personas mayores de 55 años con educación básica no están vacunadas contra el coronavirus. La disposición a vacunarse contra ese virus es cada vez menor en especial entre las personas de la tercera edad con educación básica. Convencer a estas personas para que se vacunen será lo más difícil, porque muchas no disponen de información suficiente sobre el impacto nefasto que el coronavirus podría tener en su salud”.

Foto ilustrativa: Martin Sanchez,  Unsplash,  CC0 1.0 DEED

El Ministerio de Salud planea iniciar a mediados de agosto una campaña informativa sobre la importancia de la vacuna contra el COVID-19, incluida la tercera dosis de refuerzo. La campaña persigue asimismo luchar contra la desinformación, que trata de convencer a los ciudadanos del peligro que conlleva la vacuna contra el coronavirus.

Según dijo a la Radio Checa el viceministro de Salud, Josef Pavlovic, en vista de que en otoño podría llegar una nueva ola de coronavirus, el Ministerio quiere crear nuevamente una amplia red de centros de vacunación y promover una mayor cooperación de esos centros con los médicos de cabecera.

“Estos médicos deberían disponer de información de las aseguradoras de salud sobre las personas a las que después de ocho meses se les acaba el plazo de validez de la vacuna, para que puedan invitarlas a aplicarse una nueva dosis. Una de las grandes dificultades en el pasado fueron los envases de vacunas que contenían más de una dosis, lo que requería la presencia de más personas para poder gastar de inmediato toda la vacuna del envase. Esto se logra superar paulatinamente y recibimos embalajes de vacuna contra el COVID-19 con frascos más pequeños”.

Irena Storová,  foto: Archivo de SÚKL

Pavlovic acotó que la campaña informativa quiere propagar asimismo la importancia de la vacunación preventiva contra otras enfermedades.

El número de nuevos contagios de coronavirus vuelve a subir en Chequia paulatinamente en las últimas semanas, evidenciando los laboratorios, sobre todo, contagios por las nuevas mutaciones de ómicron.

Irena Storová, directora del Instituto Nacional para el Control de Medicamentos, dijo a la Radio Checa que debido a que incluso las personas vacunadas pierden poco a poco la inmunidad frente al coronavirus, los fabricantes de las vacunas elaboraron una nueva composición de éstas, que debería ser más eficiente. Las nuevas vacunas son analizadas actualmente por la Agencia Europea de Medicamentos, que debe dar primero su acuerdo para poder distribuirlas.

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