Transeúnte descubre un molino de grano de 3000 años en el norte de Chequia

Foto: Vladimír Širlo, Museo de Děčín

Un transeúnte descubrió al azar un molino de grano de 3000 años en un bosque cerca de la cuidad de Děčín, en el norte de Chequia.

Foto: Vladimír Širlo,  Museo de Děčín

Petr Kadora,  foto: Iva Zítková,  ČRo
Las exposiciones del Museo de Děčín incluirán un molino de grano de 3000 años. El molino fue dedicado al museo por Petr Kadora, quien lo encontró por casualidad durante un paseo por un bosque cerca de la ciudad. Kadora dice que fue un regalo de la naturaleza.

“Estaba paseando por el bosque cuando vi un pedazo de piedra en el suelo que tenía una forma familiar. Me interesa la historia, las técnicas que la gente utilizaba antes para sobrevivir, por eso lo reconocí y estaba muy feliz de hallarlo. No tenía que excavar ni buscar por ninguna parte, fue mera casualidad”.

El molinillo de grano es un simple instrumento para moler trigo. Fue utilizado a la vuelta de la Edad de Bronce y de Hierro. Usando una piedra, el trigo se trituraba en un tazón poco profundo. Según especialistas se trataba de un trabajo muy laborioso, moler un kilogramo de trigo duraba más de una hora. Para alimentar a una familia de siete miembros se necesitaban cinco horas cada día.

Petr Kadora entregó el molinillo al director del Museo Regional en Děčín, Vlastimil Pažourek. El director estaba realmente emocionado con el hallazgo, sobre todo con el hecho de que un aficionado pudiera reconocer el valor de tal objeto.

Foto: Vladimír Širlo,  Museo de Děčín
“Fui a ver el lugar donde se encontró el molino. La piedra estaba escondida bajo las hojas, yo no lo habría visto. Estaba sorprendido por el hallazgo en sí, es algo único. Se trata de la forma más antigua de moler la harina. No esperaba que se encontrara algo así en esta zona”.

Según Pažourek, los hallazgos hechos por aficionados han sido frecuentes últimamente. Sin embargo, buscar objetos usando herramientas como detectores de hierro contribuye al deterioro del paisaje. El valle del Elba es uno de los sitios arqueológicos que ha sido afectado por las actividades humanas, añade Pažourek.

“Siempre es mejor que el hallador sea un experto. Puede describir y clasificar el objeto con certeza. Pero por supuesto siempre estamos contentos si alguien nos trae un hallazgo al museo”.

El molino de grano está siendo examinado por los arqueólogos en la ciudad de Most. Después de que sea devuelto al museo en Děčín, formará parte de una exposición sobre la época prehistórica.