Topolánek presenta en Estrasburgo la visión checa sobre el liderazgo de la UE
“El deber de la República Checa no es mandar a los países comunitarios, sino servir de moderador en los debates sobre los problemas europeos”. Así lo resaltó el primer ministro checo, Mirek Topolánek, este miércoles en Estrasburgo al presentar a los eurodiputados las prioridades de la presidencia rotativa checa en el primer semestre de este año.
En cuanto al conflicto en Oriente Próximo, el primer ministro subrayó que no será posible conseguir la paz en la zona sin que Palestina empiece a funcionar como “un Estado de valor integral capaz de garantizar el derecho, el orden y la seguridad a sus vecinos”.
Al comentar la crisis del gas ruso-ucraniana, Topolánek abogó por la diversificación de los suministradores y la creación de rutas de tránsito de gas alternativas para Europa.
“Es evidente que la creación del gasoducto Nabuko es una de las máximas prioridades en este caso, así como el apoyo de la construcción de otros nuevos gasoductos”.
El primer ministro checo tampoco pasó por alto la crisis financiera.
“Insistiremos en que se respeten las reglas de los apoyos estatales y la competición económica, que serán los principales criterios a la hora de evaluar las propuestas para solucionar la crisis. Las reglas son válidas tanto en los tiempos buenos como en los malos”.
Topolánek volvió a explicar su postura en cuanto al Tratado de Lisboa, ya que la República Checa sigue siendo el único país comunitario que aún no se ha pronunciado respecto al documento.
“Fui yo quien negoció sobre el Tratado de Lisboa en nombre de la República Checa. Nuestro Gobierno ratificó el documento, yo lo firmé y voy a votar por él en el Parlamento”, reiteró.
La estabilización de la situación en Georgia y el fortalecimiento de las relaciones transatlánticas serán otros de los temas importantes sobre los que deliberará la República Checa como presidente de turno de la Unión Europea, recalcó Topolánek.