Gaza y crisis entre Rusia y Ucrania marcan presidencia checa de la UE
La República Checa asumió este jueves la presidencia rotativa de la Unión Europea y en su agenda ya aparecen dos temas de envergadura mundial: la reanudación del conflicto entre Israel y Palestina y la crisis energética entre Rusia y Ucrania.
El primer ministro checo, Mirek Topolánek, anunció que enviará, la semana próxima, al canciller Karel Schwarzenberg a la franja de Gaza encabezando una misión de paz de la Unión Europea.
“De cierta manera se espera un tanto a la nueva administración del presidente Obama, lo que no significa que la Unión Europea renuncie a su papel en la región”, acotó Topolánek.
Mucho antes del estallido del conflicto entre Israel y el grupo radical Hamás, la República Checa había anunciado que en su agenda de la presidencia europea tenía preparadas reuniones cumbre entre la Unión Europea e Israel y Palestina.
El otro tema candente que tendrá que atender Praga es la crisis energética entre Moscú y Kiev. Rusia paralizó este jueves el envío de gas a Ucrania, lo que pone en peligro los suministros a la Unión Europea. Resulta que más de un tercio del gas que se consume en Europa lo suministra Rusia, y el 80 por ciento pasa precisamente por Ucrania.
Otra de las tareas inmediatas de la presidencia checa serán las conversaciones sobre la continuación del proceso de ratificación del Tratado de Lisboa, documento que sucumbió ante el no irlandés.
A pesar del optimismo de Praga, existe a nivel europeo cierto nerviosismo por el hecho de que el presidente de la República, Václav Klaus, se autodenomina ‘disidente’ de la Unión Europea y se opone rotundamente al Tratado de Lisboa.
Los próximos seis meses representarán una ‘prueba de fuego’ para los políticos checos. Además de los temas mencionados Europa, tendrá que buscar, bajo la dirección de Praga, medidas eficaces para repeler la crisis económica mundial y los imprevistos que deparará la política mundial.
Con motivo del estreno de la presidencia checa, José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, dijo que estaba convencido de que el pragmatismo, la laboriosidad y la mentalidad realista de los checos ayudarán a sacar adelante la gestión.