Se seguirá fumando en los restaurantes checos
La ley antitabaco, que habría prohibido fumar en bares y restaurantes checos, no fue finalmente aprobada por la Cámara Baja. Contrariamente a lo establecido en el acuerdo de la coalición de Gobierno, 15 diputados del partido ANO votaron sorpresivamente en contra.
El quid de la cuestión fue la propuesta de un diputado del opositor Partido Cívico Democrático de permitir a los restaurantes que lo deseen el crear pequeñas salas de fumadores, de como máximo una cuarta parte de la superficie del establecimiento. El Partido Socialdemócrata, principal socio de la coalición de Gobierno, aceptó esta cesión pensando que conseguiría así el apoyo de la oposición.
Esto no solo no sucedió, sino que al modificarse el plan original, los diputados del partido ANO, segunda fuerza en el Gobierno, obtuvieron libertad de voto. La mayoría de ellos se abstuvo o votó en contra, impidiendo la aprobación de la ley. Así valoró el ministro Němeček lo sucedido en la Cámara.
“Una labor de cientos y cientos de horas, una ley que podría habernos llevado muy lejos en la protección de los no fumadores, ha sido derribada. Es necesario decir que supongo que hasta el fin de la legislatura ya no será aprobado nada similar”.Los socialdemócratas consideran que se trata de una violación del pacto de Gobierno y dan a entender que lo sucedido es una operación del lobby de las tabacaleras, por lo que el primer ministro, Bohuslav Sobotka, ha convocado una reunión del Consejo de Gobierno.
En el partido ANO, por su parte, achacan el problema a los socialdemócratas, que acordó con la oposición una modificación a la ley de forma inesperada, convirtiéndola, en su opinión, en una normativa demasiado laxa y por tanto, sin sentido, afirma el diputado de ANO Rostislav Vyzula.
“Tal como fue cambiada la propuesta de ley, ésta ya no era ni de lejos antitabaco. Hay que darse cuenta de que era pro tabaco. Soy profesor de oncología, y no voy a apoyar que se suavice la norma”.La primera ley antitabaco se aprobó en la República Checa en 2005, cuando se prohibió el consumo de esta sustancia en medios de transporte y edificios públicos. Desde entonces hubo dos intentos de prohibir los cigarrillos en los restaurantes, uno por parte de los democristianos y otro a iniciativa del Partido Cívico Democrático. Desde 2010 estos establecimientos tienen la obligación de advertir con una señal si se puede o no se puede fumar en su interior.