Se revelan nuevos conocimientos sobre la Venus checa
Un estudio realizado por el Museo de Moravia ha descubierto con qué materiales se creó la famosa Venus de Dolní Věstonice.
Un grupo de científicos e historiadores han estado trabajando con la escultura, intentando conocer cada una de sus partículas gracias a la resolución microscópica que ofrecía el escáner. Los resultados han sido mostrados en estos días por el Museo de Moravia, en Brno, el principal organizador del proyecto.
La investigación ha sacado a relucir que la composición del cuerpo de la Venus no es puramente de arcilla. Petr Neruda, uno de los miembros del Museo de Moravia, ha detallado cómo han sido hallados los nuevos materiales.
“Descubrí impurezas dentro del cuerpo, las cuales estaban distribuidas de forma bastante aleatoria. Muestra que el material viene del sitio donde la estatua fue creada. Había mucho carbón, fragmentos de huesos y partes de colmillo de mamut, por lo que el creador de la estatua debió usar sedimentos del lugar. Estas impurezas, evidentemente, no fueron añadidas a la arcilla con ninguna intención especial, solo fue una contaminación natural”.Hasta ahora se pensaba que el escultor había utilizado dos bloques de arcillas, que después uniría para crear la obra. Esta idea ha sido defendida durante todos estos años porque cuando se descubrió la estatuilla en 1925, estaba partida en dos piezas esparcidas entre los restos de una hoguera prehistórica usada por cazadores de mamuts.
Esta hipótesis ha sido refutada por los investigadores, apuntando que la Venus se esculpió en una sola pieza. Lo que la hace especial frente a otras figuras similares es su valor artístico. El método que utilizó el artista prehistórico de quemar la arcilla para moldearla es algo único en este tipo de obras, pues la técnica fue solamente usada a finales del periodo Neolítico.
Los científicos también han confirmado la teoría de Karel Absolon, el historiador que encontró la figura, de que esta tenía originalmente cuatro plumas coronando su cabeza, según indicó Neruda.
“Utilicé tecnología digital y creé moldes 3D de los agujeros y está bastante claro que fueron producidos por una herramienta con una punta relativamente afilada. Parecen la punta de plumas de pájaro, que es lo que Karel Absolon pensaba”, señaló.Gracias a las nuevas tecnologías con las que cuenta el equipo del Museo de Moravia se puede realizar una recreación de estos agujeros, que aportarán nuevos conocimientos, explicaba el historiador.
“Ahora quiero imprimir los modelos en una impresora 3D. Con esto es posible encontrar qué tipo de pluma de ave fue usada. Es bastante interesante”.
Los primeros resultados del análisis expuestos durante esta semana muestran solo una pequeña fase del proyecto, que continuará hasta finales de 2017. Se espera que durante este periodo se revelen nuevos hechos inesperados. Aun así, cuestiones como quién creó la estatuilla o cuál era su propósito no podrán ser resueltas por este tipo de tecnologías.