Se recupera la industria del mueble checa
Los muebles de fabricación checa vuelven poco a poco a ser comunes, sobre todo en el extranjero. A la recuperación contribuye la disipación de la crisis económica y el buen renombre de los fabricantes nacionales. El sector producirá este año según las expectativas productos por valor de 1.380 millones de euros.
"Actualmente exportamos el 70% de nuestra producción, sobre todo a países del entorno de la República Checa, y tenemos también socios comerciales en países de África y en Dubái", afirma el director comercial de la empresa Techo, Petr Hampl.
El mejor cliente de los checos es Alemania, donde se adquieren sobre todo tresillos y sillas. "Nuestros productos son varias veces más caros que algunos muebles de Europa del Este, pero la calidad es un factor importante para muchos de nuestros clientes", sostiene Tomáš Lukeš, de la Asociación de Fabricantes de Muebles Checos.
Para los checos el precio sí que es clave. Dos tercios de los consumidores nacionales compra los muebles en grandes superficies, que normalmente no ofrecen productos de fabricación checa. Las pequeñas carpinterías, que por sus características dependen del mercado interno, han tenido que orientarse a la elaboración de muebles de lujo a medida. Uno de cada dos piezas de mobiliario vendidas este año en Chequia proceden del extranjero, sobre todo de Polonia y China.