Se dispara la inflación en Chequia hasta el 2,2%
La inflación checa de precios al consumidor se aceleró inesperadamente al comienzo del año, sobrepasando las proyecciones de mercado y el objetivo que se había impuesto del Banco Nacional Checo. El crecimiento interanual del 2,2% registrado en enero en los precios al consumidor fue impulsado, según los informes, por la subida de los precios del combustible, los alimentos, las bebidas no alcohólicas y los servicios de restauración.
La tasa de inflación se debió principalmente al creciente precio del combustible para automóviles, que aumentó un 11,6% interanual. La mayoría de los productos alimenticios y las bebidas no alcohólicas también experimentaron aumentos de precios, un 3,5% en promedio, con el aumento más significativo en los precios de los productos lácteos y las hortalizas. Los precios de los yogures aumentaron en un 8,5%, los huevos en 5,1%. Las bebidas no alcohólicas subieron un 1,9%. Mientras tanto, el crecimiento de los precios de las bebidas alcohólicas y el tabaco se desaceleró.
Los precios en los restaurantes y cafeterías aumentaron casi un 7%, lo que los propietarios justifican aludiendo que es para compensar la incorporación de la nueva legislación de las cajas registradoras electrónicas en los comercios.
La cifra de inflación de enero está ahora por encima de la tasa de inflación deseada por el Banco Nacional Checo y que ascendía al 2%. Esto puede significar el fin de la intervención de la entidad en el mercado de divisas para mantener barata a corona checa. Las intervenciones de divisas se lanzaron en noviembre de 2013 para mantener la tasa de la corona por encima de las 27 coronas al euro. Según las declaraciones del director del Banco Nacional, Jiří Rusnok, las intervenciones de divisas podrían terminar a mediados de 2017.