Se cumplen cinco años de la muerte del director de cine Miloš Forman
El director de cine Miloš Forman, una de las figuras más destacadas de la nueva ola del cine checoslovaco de los años 60, falleció hace cinco años. Obtuvo dos premios Oscar, un César francés y su trabajo sigue siendo admirado a nivel mundial.
Cinco años después de la desaparición de Miloš Forman, su figura y obra adquieren cada vez mayores dimensiones. En declaraciones anteriores a Radio Praga Internacional, el cineasta checo Jan Hřebejk indicó que la obra de Forman ha conseguido algo muy difícil de conseguir y es que uno ve sus películas 30 años después y le siguen gustando.
“Me refiero más a las estadounidenses, porque con sus películas checas depende de la relación que uno tenga con ellas. Por supuesto, entiendo que alguien de 17 años vea Pedro el negro, y le parezca del siglo XV con el blanco y negro y aquella gente se puede sentir distante. Pero si tomas Alguien voló sobre el nido del cuco o Amadeus, podían haber sido rodadas ayer”.
Pero mucho antes de llegar a Estados Unidos se produjo la aparición de Miloš Forman en la escena cinematográfica nacional. Junto a sus compañeros de la escuela de cine de Praga, la FAMU, conformó una generación revolucionaria que puso patas arriba el cine checoslovaco, recordó Hřebejk.
“En la época en la que en Chequia se hacían películas en estudio bastante artificiales o rebuscadas, él fue de los primeros creadores de la Nueva Ola checoslovaca que llegó con ese encanto de la cotidianeidad y con esa tragicomicidad en los relatos. Muchos lo imitaron, pero no tenían tanto talento”.
De acuerdo con Hřebejk, cada una de las películas de Forman en su etapa checoslovaca, esto es, Pedro el negro, Los amores de una rubia y ¡Al fuego, bomberos!, se cuentan entre las diez mejores de la cinematografía del país. Pero al gobierno comunista no le gustó la crítica plasmada en esa película y empezó a asfixiar tanto económica como legalmente a Forman, que al final optó por hacer las maletas y emigrar.
Su carrera en Estados Unidos pudo tardar un poco en despegar, pero cuando lo hizo, se asentó para siempre como uno de los directores de referencia de Hollywood. La película Alguien voló sobre el nido del cuco (Atrapado sin salida, en Latinoamérica), de 1975, cosechó cinco Oscar con un inolvidable Jack Nicholson en un internado psiquiátrico. Después llegaron otros éxitos como Hair, Ragtime y la mundialmente conocida Amadeus.