Se cumplen 15 años desde que el primer babybox salvó a un niño abandonado
El buzón anónimo para niños no deseados, conocido como babybox, fue utilizado por primera vez en Chequia hace 15 años. Hasta la fecha, estos puntos de entrega han salvado la vida de 214 niños abandonados.
Las noticias sobre niños abandonados en iglesias o a la entrada de monasterios y otros muchos lugares acompañan a la humanidad desde hace siglos. El Papa Inoncencio III determinó ya en el año 1198 el establecimiento de sitios especiales en monasterios, hospitales y otras instalaciones de Roma para bebés no deseados.
Para tales fines se utilizaron ventanillas o puertas traseras de los conventos y monasterios que garantizaban privacidad y anonimato a las mujeres que abandonaban a los niños motivadas por las más diversas circunstancias.
Hace 15 años el personal del centro ginecológico de Hloubětin, en Praga, escuchó por primera vez las alarmas del babybox ubicado en sus instalaciones, tal y como lo comentara entonces para la Radio Checa el director del centro Ivo Martinec.
“A eso de las ocho y diez minutos de la noche fue depositado un bebé en el babybox. Casi de inmediato un médico y una enfermera se hicieron cargo del menor y le prestaron la atención adecuada. Después prepararon todo lo indispensable para su traslado al hospital de la Plaza de Carlos. El bebé se encuentra bien”.
La madre dejó constancia de nacimiento del bebé, se trataba de una niña que había cumplido un mes y se llamaba Soňa. En una nota explicaba los motivos de tan difícil y dura decisión.
Para Ludvík Hess, promotor de los buzones babybox, estos representan uno de los últimos recursos para las madres que no pueden o no quieren cuidar a sus hijos, según dijo a la Radio Checa varios años atrás.
“Puede ayudar a una madre que no dispone de condiciones para dar a luz de forma anónima, a una madre que teme pedir ayuda. Desafortunadamente, no creo que eso prevenga todos los casos de recién nacidos que terminan abandonados en lugares... inadecuados”.
La aprobación de las cajas babybox en Chequia no fue un asunto fácil. En un principio el mayor obstáculo lo representó el Ministerio de Salud, que indicó que los menores abandonados no tenían historial médico. En 2005, František Schneiberg, entonces asesor del Ministerio de Salud, dijo que los buzones provocarían el aumento de las cifras de niños abandonados.
“De hecho, semejante oferta, que sugiere el abandono sin preocupaciones aumentará la demanda. Crecerá el número de niños desarraigados, sin identidad y con problemas en su desarrollo”.
Desde entonces han cambiado muchas cosas, el Ministerio de Salud ya registra los babybox como dispositivos médicos.
En este momento funcionan 78 buzones en la República Checa y desde aquel 17 de febrero de 2006 fueron salvados 214 niños abandonados.
Desde 2006 babybox es una marca registrada.
