Se buscan sastres y costureras en Chequia

Foto ilustrativa: taniarose / Pixabay, CC0

Las profesiones de sastre, modista y costurera podrían llegar a desaparecer en Chequia en un futuro no tan lejano.

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Hace 10 años todavía, en los oficios de sastre, modista o costurera se graduaban más de 400 aprendices en Chequia. En 2017 fueron menos de 30. En vista del paulatino envejecimiento y jubilación de estos profesionales de las generaciones mayores, en un par de años podría faltar personal tanto para la costura de prendas de vestir de confección, como también para el vestuario de teatro, por ejemplo.

Independientemente de que el trabajo de las costureras es hoy en día menos exigente que antaño en vista de las máquinas de coser modernas y de los nuevos materiales que se trabajan con mayor facilidad, son pocos los jóvenes que deciden aprender y dedicarse a esa profesión.

Esto afecta tanto a la producción de confección, como a los salones de alta costura. Mientras que el número de personas que se dirigen a un salón de moda para encargar un modelo se incrementó en los dos últimos años, debido a la falta de costureras estos salones se ven obligados rechazarlos.

Los centros de aprendizaje especializados en la moda se van cerrando paulatinamente. En algunas de las escuelas desean estudiar cada año sólo unos tres o cinco jóvenes, lo que es muy poco para que sea rentable abrir el curso. Así, mientras que en 2003 existían en el país todavía unas 90 escuelas que enseñaban esas profesiones, actualmente son 14 en total.

Los analistas sostienen que la crisis de las profesiones de sastre, modista y costurera se debe tanto a los bajos salarios de estos profesionales, como a la crisis del sector textil en el país que comenzó a finales de los años 90. Entonces inundaron el mercado nacional prendas de vestir más baratas procedentes de Asia, lo que llevó a la quiebra de algunas empresas textiles nacionales.