Schweiner y Perušič, las grandes esperanzas olímpicas del vóley playa checo
La participación de David Schweiner y Ondřej Perušič en la competición de vóley playa será una de las más seguidas en Chequia durante las Olimpiadas, ya que serán los únicos representantes del país en deportes de equipo.
La falta de equipos checos en los deportes colectivos en estos Juegos Olímpicos de París, ha puesto la mirada de todo el país en David Schweiner y Ondřej Perušič, la exitosa pareja del vóley playa nacional. La idea de jugar en el Campo de Marte, el emblemático parque de la Torre Eiffel, es un incentivo extra para David Schweiner, como este aseguró. A finales de la semana pasada, él y su compañero Ondřej Perušič fueron unos de los primeros deportistas checos que volaron a la capital francesa. El dúo hará su entrada a la competencia este domingo, el 28 de julio, con el primero de sus tres partidos en la fase de grupos.
Ambos deportistas afrontan estos Juegos con un sentimiento de revancha, ya que en 2021, el positivo por COVID de Ondřej Perušič poco después de su llegada a Tokio, le impidió entrenar y participar en su primer partido, lo que minimizó las posibilidades de calificarse para el resto del torneo en el que finalmente terminaron en el puesto 19.
En entrevista para Radio Praga Internacional, Jiří Kejval, presidente del Comité Olímpico Checo, dijo que espera que la mejor pareja del vóley playa checo haga olvidar este desagradable recuerdo de Tokio.
“Hace tres años, los Juegos en Tokio fueron una tragedia deportiva para David Schweiner y Ondřej Perušič, ya que ni siquiera pudieron entrenar o participar en la competencia. Entonces nos dijimos que tenían que intentarlo de nuevo en los próximos Juegos. Entretanto, ambos se convirtieron en campeones mundiales. David y Ondřej forman parte de los favoritos del torneo olímpico y estaré muy feliz si logran escribir una nueva página de su bella historia”.
Schweiner y Perušič consiguieron su calificación para París en México en octubre del año pasado. Sobre las arenas de Tlaxcala, el dúo batió a los poseedores del título noruego en los cuartos de final y luego a los suecos David Ahman y Jonatan Hellvig en tres sets en la final. Con este logro, Schweiner y Perušič se convirtieron en los primeros campeones mundiales checos en la historia del vóley playa.
Luego de su retorno a casa, ambos deportistas fueron recibidos por el primer ministro checo, Petr Fiala, que les felicitó personalmente en la sede del gobierno.
“Es maravilloso ver que aunque la República Checa no tiene playas en el mar, sus deportistas son capaces de conseguir tal éxito y convertirse en campeones del mundo”.
Aunque el vóley playa goza de una gran popularidad entre los checos, este deporte sigue siendo un pasatiempo estival para la mayoría. Sin embargo, el título de campeones mundiales no fue por casualidad para Schweiner y Perušič, ya que un año antes, el dúo se había convertido en subcampeones europeos. Los deportistas consiguieron este logro en el estadio de Roland-Garros, cuyo terreno se llenó de arena para volverse una cancha de vóley playa. Por tanto, París ya es un lugar fetiche para la pareja checa.
Ambos jugadores compiten juntos desde 2016 y esto los convierte en una de las parejas más longevas del circuito mundial, un éxito que también se debe a su entrenador, el italiano Andrea Tomatis. David Schweiner reconoció en entrevista para Radio Praga Internacional que algo así se da pocas veces en su deporte.
“En el vóley playa, las parejas cambian frecuentemente, especialmente en los países grandes donde hay muchos jugadores y, por lo tanto, más posibilidades de formar diferentes equipos de calidad. En la República Checa, aún con la llegada de muchos jóvenes en los años recientes, esto era complicado simplemente porque había un número limitado de jugadores. Además, el hecho de que con Ondřej hemos estado juntos durante tanto tiempo es algo bastante especial”.
Los deportistas van a París con ganas de batir una marca olímpica de valor emocional, familiar, ya que el abuelo de Perušič, Boris, con el equipo de vóleibol de Checoslovaquia consiguió una medalla de plata en los Juegos de Tokio de 1964.