Schwarzenberg:”Chequia no puede ni debe aislarse de Europa”

Karel Schwarzenberg, foto: ČTK

El ministro de RR.EE., Karel Schwarzenberg, respalda la participación de Chequia en el plan para salvar al euro y la eurozona. Después de la cumbre de Bruselas en la que no se llegó a un acuerdo a nivel de los Veintisiete, Chequia pidió tiempo para hacer consultas a nivel del Parlamento.

Petr Nečas,  foto: ČTK
El primer ministro Petr Nečas ha pedido cautela y precaución en lo referente a la crisis del euro. Tras la agitada cumbre de Bruselas, en la que Gran Bretaña y Hungría dieron la espalda al plan de la unión fiscal presentado por el tándem Merkel-Sarkozy, Nečas se sumó a Suecia y pidió tiempo para recapacitar.

El jefe de la diplomacia checa, Karel Schwarzenberg, no comparte la visión del primer ministro y en declaraciones para la Televisión Checa adelantó que el país debe sumarse a los 23 que respaldan el plan de salvación.

“A nivel de gobierno tenemos que llegar a un acuerdo, creo al final terminaremos pagando. Chequia no puede ni debe aislarse de Europa”, afirmó el ministro.

Nečas, insistió en que todavía tendrán lugar consultas a nivel del Gobierno, por lo que resulta prematuro decir qué sucederá.

Karel Schwarzenberg,  foto: ČTK
Según lo acordado en Bruselas, a Chequia le corresponde, en caso de sumarse, un aporte de más de 3.000 millones de euros de un total de 200.000 millones de euros de la inyección que se aplicara al Fondo Monetario Internacional (FMI) para la estabilización de la eurozona.

El líder del opositor Partido Socialdemócrata, Bohuslav Sobotka, dijo que está de acuerdo con la plena participación de Chequia en el plan para salvar al euro y al igual que Schwarzenberg aseguró que ese dinero puede ayudar a los propios checos en caso de necesidad.

El optimismo de los dos políticos no lo comparten algunos especialistas como Jan Bureš, que asegura que 200.000 millones no representan nada para el Fondo Monetario Internacional.”Eso alcanza para financiar por tres meses a Italia”, indicó.

Nicolás Sarkozy,  Angela Merkel,  foto: ČTK
El tiempo apremia y el Gobierno dispone de unos ocho días para dar a conocer su decisión. El presidente Klaus, reconocido euroescéptico, repitió que la moneda común es un proyecto malo que no debe salvarse a toda costa. Mientras que el primer ministro Nečas no ha explicado qué consecuencias tendrá para el país, en caso dado, quedarse fuera.