San Venceslao en las garras nazis

Reinhard Heydrich (en el medio), Rudolf Toussaint, K. H. Frank, Emil Hácha y la corona de San Venceslao (Praga, 1941)
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El 28 de septiembre, la República Checa celebra su día nacional consagrado al patrono checo San Venceslao. Su culto milenario sufrió un duro golpe durante la ocupación nazi, cuando los representantes del Tercer Reich usaron su legado para promover su ideología. 

El 28 de septiembre de 935, el príncipe checo Venceslao lanzó su último suspiro, siendo asesinado por los escuderos de su hermano Boleslao, que le reprochaba su sometimiento a la Iglesia Católica.

San Venceslao | Foto: Daniel Baránek,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 4.0 DEED

Venceslao tuvo un gran mérito en la construcción de la nación checa en el marco de Centroeuropa, así como en la protección de su atractivo territorio ante potencias agresoras. Por su parte, el príncipe Premislida representa a uno de los divulgadores del cristianismo más importantes en las Tierras Checas. Su culto desempeñó un papel importante en la historia checa moderna, obteniendo un significado ambiguo.

El fuerte vínculo del mártir con la Iglesia Católica ensombreció su legado por primera vez después del surgimiento de Checoslovaquia en 1918. Por aquel entonces, una gran parte de la población del nuevo estado relacionaba a la Iglesia Católica con el Imperio Austrohúngaro que dominó a las Tierras Checas durante siglos.

Jaroslav Šebek | Foto: Jakub Wojtovič,  Český rozhlas

Pero el período más oscuro de su culto llegó veinte años después, tras la firma del Acuerdo de Múnich, por el que las potencias europeas cedieron una tercera parte de Checoslovaquia a la Alemania nazi. Los nazis interpretaron la importancia del patrono checo para su propio beneficio, explica el historiador Jaroslav Šebek.

“Cuando Checoslovaquia estuvo bajo la amenaza nazi, San Venceslao volvió a ser percibido en aquella época de peligro como el patrono checo. Después del Acuerdo de Múnich su legado pasó a ser utilizado por corrientes antidemocráticas como una antítesis de la Primera República”.

La malinterpretación de la historia checa

La propaganda nazi resaltaba momentos históricos para demostrar la tradición checa en su relación con la nación alemana. En caso de San Venceslao, los alemanes acentuaron su decisión de pagar un tributo anual al rey sajón Enrique I el Pajarero, que tomó con el fin de proteger las Tierras Checas ante los ataques de los sajones.

Reinhard Heydrich y el presidente del protectorado Bohemia y Moravia,  Emil Hácha | Foto: Česká televize

No obstante, el colaboracionista checoslovaco Josef Kliment describió en un artículo a Venceslao como un político que consideró necesario conferir el territorio checo bajo cierto dominio alemán y destacó que las Tierras Checas siempre tenían que estar sometidas al poder de su imperio. Los nazis extendieron su abuso aún más, al emitir un billete del Protectorado de 500 coronas con el retrato del príncipe Premislida. Asimismo, galardonaron a los colaboracionistas checos con la Orden del Águila de San Venceslao, utilizando este premio para comprometer a las élites culturales y científicas checas.

Por su parte, el conocido lema Duque de las tierras checas, ruega por nosotros, que se refería al príncipe Venceslao, aparecía regularmente en la prensa. El protector de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich, supuestamente señaló que si los nazis desarrollaban el culto de San Venceslao a favor de su ideología, se ganarían a una parte de los estratos conservadores checos.

Los alemanes planearon también el rodaje de un largometraje dedicado al santo checo, que nunca se llevó a cabo debido a la ralentización del trabajo de los cineastas checos.

Reinhard Heydrich interpretaba la tradición de San Venceslao en el sentido de que Chequia y Moravia podían representar naciones importantes solamente junto con el Tercer Reich. Tal vez, este abuso le costara caro. En 1941, Reinhard Heydrich supuestamente se puso la Corona de San Venceslao en la cabeza, desafiando así la leyenda que sostiene que el que se la ponga injustificadamente, morirá en el plazo de un año. Heydrich murió antes de un año a causa del atentado llevado a cabo por dos paracaidistas checos.

El abuso del culto de San Venceslao por parte de la Alemania nazi fue otra de las causas para que sobre el patrono de los checos no se volviera a hablar hasta después de la caída del comunismo en 1989. En 2000, el 28 de septiembre fue declarado feriado nacional.