San Martín trae vino, ganso y la primera nevada
En los restaurantes, patios, bodegas y casas de la República Checa comienzan a estar presentes los gansos y las botellas de vino joven. El banquete se realiza en homenaje a San Martín, quien marca el fin de la cosecha y la llegada de la nieve.
Por las calles desfilan los cortejos encabezados por San Martín mientras resuenan las melodías folclóricas. En las iglesias se suele bendecir el nuevo vino y se agradece por los frutos de la época de la cosecha, que coincide con el día del santo, tal como nos explica la folclorista Kamila Skopová.
"En torno al 11 de noviembre era costumbre terminar con todas las labores agrícolas en el campo, se acababa el pastoreo, y después del día 11 el ganado se guardaba en los establos, donde permanecía hasta la siguiente primavera".El momento en el que se abre el apetito es destinado al plato de ganso, acompañado con repollo morado y 'knedlík', que consiste en una bola de masa de pan o de papa hervida y cortada en rodajas. Se dice, de hecho, que en las vísperas de San Martín los gansos ofrecen sus más agraciados cantos y que aquel que no coma ganso ese día pasará hambre todo el año siguiente.
El componente dulce consiste en un panecillo relleno de semillas de amapola o mermelada, con una forma que imita una herradura de caballo. Esta hace alusión al caballo blanco sobre el que andaba San Martín. Según el pronóstico, San Martín trae sobre su caballo la primera nevada y las primeras olas de frío invernal. El meteorólogo Zdeněk Vaško nos constata que el pronóstico de frío asociado a este santo es acertado."En el marco de un lapso largo de tiempo es notable que para esos días empieza a hacer más frío, incluso más de lo que se esperaría por la curva de desarrollo de la temperatura. En general, el clima para esos días tiene un carácter brumoso, nublado y turbio. Con frecuencia hay nevadas ocasionales o lluvia con nieve".
San Martín nació en el año 316 de nuestra era y, obligado por su padre, se convirtió en soldado, aunque su deseo era ser monje. La leyenda más conocida de este santo es la que relata su encuentro con un mendigo que titiritando de frío le pide una limosna y, a falta de dinero, San Martín cortó su capa en dos y le regaló una mitad para que se acobijara. Se dice que a la noche siguiente Cristo se le apareció y fue entonces cuando, después de servir muchos años como soldado romano, se retira y se hace monje en Tours, Francia, donde alcanzó el grado de obispo. Los gansos que se comen ese día están, en realidad, expiando sus culpas porque cuenta la leyenda que cuando San Martín predicaba los gansos lo molestaban.Antes, en el Día de San Martín los dueños de los viñedos invitaban a los vinicultores y vecinos para que probasen el primer vino joven. La tradición se difundió más bien hacia el siglo XVIII, cuando la libación se practicaba en el patio del emperador José II. En la actualidad es una ocasión para reunirse con los vecinos, amigos y familiares y simplemente pasarla bien.