Salvan las dos últimas casas de madera tradicionales de las fundiciones de Třinec

En la ciudad de Třinec están terminando de remodelar las dos últimas casas de madera que quedan del siglo XIX del antiguo poblado de trabajadores de la fundición. En adelante, serán un museo etnográfico que recordará aquel barrio único en el país por sus características.

Las casas de madera del año 1877 que el Ayuntamiento de Třinec decidió salvar en el último momento, estaban a unos metros de la antigua fundición de hierro de la localidad industrial silesia. En su día, fue todo un poblado lleno de familias de trabajadores de la planta. La construcción de la barriada cambió la vida de estos empleados por completo, como contó a la Radio Checa Dana Poloková, del Museo de Třinec.

“Para llegar al trabajo tenían que caminar hasta veinte kilómetros, y por entonces los turnos eran de 12 horas. Así que, se construyeron para que no tuvieran que caminar tanto, para que se mudaran allí con sus familias y estuvieran cerca del trabajo”.

Foto: Marta Pilařová,  Český rozhlas

La gran particularidad es que el tipo de construcción elegido para el poblado era el de las casas de madera de montaña tradicionales de la región. Puede que eso hiciera sentir mejor a los muchos trabajadores que se mudaron de las montañas a la fundición. Lo que es seguro es que en toda Chequia no hay otro poblado de trabajadores con estas características, explica Marian Razim, miembro de la administración regional, que se ocupa de las construcciones.

“Por su extensión y su ordenación arquitectónica, tenemos confirmado por parte del Instituto Nacional de Monumentos que es una rareza en el país”.

Conforme Třinec fue creciendo después, los obreros de la fundición se fueron mudando a apartamentos en la ciudad. El poblado se quedó vacío. En algunos casos, los propietarios aprovechaban para sembrar algo en el jardín. Pero en los últimos tiempos, el abandono era generalizado y se corría el riesgo de perder para siempre ese trozo de historia. Las casas, si es que eran usadas, era solo con curiosas intenciones, dice Marian Razim.

Las casas de los trabajadores de la antigua fundición de hierro de Třinec | Foto: Muzeum Třineckých železáren a města Třince

“Incluso descubrimos durante la limpieza que en ellas destilaban bebidas alcohólicas o criaban animales como tortugas, loros o serpientes”.

La decisión de salvar estas dos casas ha llegado en el último momento, ya que cada vez su estado era más cercano a la ruina. Ahora, sin embargo, ya tienen un nuevo tejado, nuevas vigas y ya se trabaja en el suelo de estas antiguas viviendas de unos 40 metros cuadrados. A partir del próximo verano empezarán a recibir la visita de los turistas interesados por la vida de los trabajadores de la antigua fundición de hierro de Třinec.

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Autores: Marta Pilařová , Daniel Ordóñez
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