Rock checo llora la muerte del rey de la guitarra Radim Hladík

Radim Hladík, foto: ČTK

Lo que era Jimi Hendrix para el mundo, en los años sesenta Radim Hladík era para Checoslovaquia. El pionero de la guitarra rockera fue primero en aprovechar el efecto wah-wah, la retroacción o el booster. El guitarrista enloquecía a los fans tocando el instrumento de manera maravillosa, incluso en posiciones poco habituales como detrás del cuello, al igual que el mago estadounidense. Radim Hladík falleció hace poco a los 69 años de edad tras sucumbir a una fibrosis pulmonar.

Del rock clásico a los experimentos

Radim Hladík,  foto: ČTK
Nacido en el lado oriental del Telón de Acero, Radim Hladík jamás ha llegado a tener una proyección internacional como guitarrista, aunque no le faltaba potencial para convertirse en una estrella europea.

El músico que comenzó su carrera en la banda Komety a los 15 años, alcanzó popularidad más tarde como integrante de su siguiente grupo, The Matadors.

Si bien Checoslovaquia tuvo a sus “Beatles”, como solía ser llamado con énfasis el grupo Olympic, luego The Matadors eran los Rolling Stones checoslovacos.

Mientras que Olympic se aproximaba más al rock melódico, The Matadors tendían más al blues, el rhythm & blues y el soul. A principios de su carrera, la banda se dedicó a la interpretación de la música angloamericana de Pretty Things, Kinks, Yardbirds y Who.

Más tarde el grupo no temía abandonar los esquemas habituales de escribir canciones y entrar al territorio psicodélico, progresivo y experimental, como en la pieza ‘Extraction’.

Radim Hladík,  foto: ČTK
Surgida en 1965, The Matadors se convirtió en una de las bandas de más influencia en el escenario musical sesentero checoslovaco, que versionó numerosos éxitos mundiales y compuso varias piezas propias que marcaron el camino del rhythm & blues nacional.

El grupo grabó en 1968 su único disco de larga duración. El trabajo titulado simplemente ‘Matadors’, junto a casi todas sus piezas editadas en sencillos y EP’s, fue reeditado en 1995 bajo el sello de Bonton Music.

Una de las pocas canciones que grabó en checo se llama ‘Quizá Un Día Te Daré’ (Snad jednou ti dám).

En tus palmas mi cabeza pongo
Por los ojos de cierva con gusto al suelo caigo
Por los ojos de cierva caigo a tus pies
Si puedo ni pregunto

El guitarrista de Efecto Azul

Radim Hladík brilló en la segunda mitad de los años sesenta con el grupo The Matadors, cuyo renombre sobrepasó las fronteras checoslovacas y que tocó en Alemania, Bélgica y Suiza.

The Matadors,  foto: YouTube
Sin embargo, la trayectoria de esta banda se vio destrozada por la llegada de los tanques soviéticos a la Checoslovaquia reformista en 1968.

En octubre de ese año, la banda recibió la oferta de tocar en Múnich para acompañar la versión alemana del musical ‘Hair’. Una parte del grupo aprovechó la ocasión para emigrar, mientras que Radim Hladík decidió quedarse en Checoslovaquia detrás del Telón de Acero, donde le esperaban tiempos difíciles bajo un régimen que iba en contra de la música rock en general.

Pero aun así, el guitarrista fundó en 1968 otro grupo que se inscribiría con letras imborrables en la historia del rock checo, Blue Effect.

El Efecto Azul se desintegró en 1990 para resurgir 14 años más tarde, cuando Hladík lo renovó con músicos jóvenes que le dieron un nuevo aire a sus viejos éxitos. Entre ellos uno de los temas más populares de la banda titulado ‘La Tumba Solar’ (Slunečný hrob).

Me estoy durmiendo y quisiera regresar
Unos años atrás
Volver a ser un muchacho pequeño
Al que le gusta jugar y está contigo

Otro de los temas más populares de Blue Effect se titula el ‘Salón de Té’ (Čajovna).

Dicen que esta pieza instrumental surgió sólo como un relleno para cubrir espacio en el sexto disco del grupo titulado ‘Efecto Azul & Radim Hladík’ (Modrý efekt & Radim Hladík).

Pero como a veces pasa, con el tiempo este “relleno” se convirtió en uno de los temas más emblemáticos de la banda.

Autor: Roman Casado
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