Resumen de la Prensa Checa
La Policía de Irák quiere comprar armas checas; los políticos desean reducir la imputabilidad penal de los menores y el primer ministro checo desea ayudar a los amantes de las sesiones masivas de música techno. Estos son algunos de los temas destacados por los diarios checos.
"Mientras los terroristas disponen de armas modernas, nuestros policías tienen viejas kalashnikov" citó el diario a uno de los políticos iraquíes. De acuerdo con Bagdad, EE.UU. impide que los iraquíes adquieran armas. "Los Emiratos Árabes donaron vehículos blindados, pero los soldados estadounidenses desmontaron las ametralladoras" subrayó la fuente al diario Právo.
Por su parte, el diario Lidové Noviny analiza en portada la propuesta presentada por varios ministros de reducir el límite de la imputabilidad penal de menores.
Cada vez es mayor el número de niños autores de actos punibles. Recientemente la sociedad checa se vio impactada tras darse a conocer que menores de edad habían asesinado a una anciana de 81 años.
El detonador de una nueva ola de debates sobre el hecho de enviar a prisión o no a menores asesinos, fue activado tras conocerse que el asesino de una niña de 13 años, fue un niño de 14 catorce años.
De acuerdo con el diario Lidové Noviny los políticos tratan de determinar el límite para que los niños delicuentes no queden al margen de la ley, tras cometer actos atroces.
Entre tanto, el diario Mlada Fronta Dnes escribe que las llamadas "techno party" son un dolor de cabeza para las personas que no son aficionadas a este tipo de música.
Los jóvenes suelen organizar sus fiestas o sesiones en las afueras de las ciudades, no obstante el ruido durante varios días y los deshechos después representan un problema para los ciudadanos de las localidades donde tienen lugar dichas actividades.El primer ministro checo, Stanislav Gross, se entrevistó con el activista Stanislav Penc, uno de los organizadores de la última "techno party" que dio mucho qu hablar tras la actuación de la policía contra los asistentes.
No obstante, el éxito del encuentro radica en que el primer ministro, Stanislav Gross, ofreció a los organizadores un recinto o descampado de las Fuerzas Armadas, donde los seguidores de la música techno, bajo determinadas condiciones puedan reunirse sin molestar a nadie y disfrutar al máximo de su música.