República Checa pasa a la cola de los países poscomunistas en la pre-adhesión a la UE

El informe de la Comisión Europea sobre los progresos de la República Checa en su camino hacia la integración en la Unión Europea llegó como una ducha fría causando gran desconcierto entre los políticos nacionales. La República Checa pasó a la cola de los adeptos poscomunistas después de Polonia, Hungría y Estonia.

Desde el punto de vista político, la República Checa no acusa ningún problema para su adhesión, las dificultades empiezan en lo referente al cumplimiento de las tareas económicas indispensables para ingresar al club de los países europeos desarrollados.

La mejor evaluación en este sentido la obtuvieron Malta y Chipre. Como explicaran algunos especialistas ello responde a que esos dos países siempre tuvieron economía de mercado.

indicaron que Polonia, Hungría y Estonia podrían alcanzar las exigencias de Bruselas, siempre y cuando mantengan el ritmo de las reformas alcanzado hasta el momento.

La República Checa ha acusado importantes avances, sin embargo, las evaluaciones sostienen que en muchos casos se ha tratado tan sólo de éxitos a corto plazo, y lo que realmente se necesita es lograr la continuidad de las reformas. Los expertos europeos sostienen que Praga tiene un gran déficit en asuntos relacionados con la Justicia, deficiencias en la ley sobre los medios de comunicación, la ley sobre el Banco Central y en lo referente a la lucha contra la criminalidad y la corrupción.

Todos los altos cargos del oficialismo checo, empezando por el Primer Ministro, Milos Zeman hasta el presidente de la Cámara de diputados, Václav Klaus, manifestaron su sorpresa y disgusto por el informe de la Comisión Europea, que manda a la República Checa a la cola de los países poscomunistas que buscan su integración a la Unión Europea.

Autor: Federico Picado
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