República Checa ofrece trabajo para moldavos

La República Checa afronta una importante escasez de mano de obra. Debido a la baja tasa de desempleo, las empresas están teniendo dificultades para reclutar nuevo personal. Por eso, el gobierno checo pretende atraer empleados de Moldavia.

Foto: Comisión Europea
Debido a la baja tasa de paro, ha aumentado considerablemente el número de puestos laborales en las empresas checas. La falta de personal se refleja, sobre todo, en el sector de la industria. El 88 por ciento de las empresas industriales carece del suficiente número de empleados. También hacen falta más conductores de camiones, dependientas y especialistas en tecnologías informáticas.

El gobierno checo está tratando de resolver el problema. El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales junto con los Ministerios de Industria y del Interior preparan una serie de medidas para facilitar el empleo de extranjeros. "Queremos liberar el mercado laboral. Es evidente que nos hacen falta empleados extranjeros", dice el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Petr Necas.

Uno de los países que en el futuro prestarán su mano de obra a la República Checa es Moldavia. Los moldavos ocupan en la actualidad los primeros puestos entre los europeos no miembros de la UE que han logrado obtener el permiso laboral en la República Checa. Ésta se convirtió para ellos en un paraíso laboral.

 Petr Necas
Para mostrar su interés por Moldavia, el gobierno checo abrió en enero de este año en la capital moldava, Chisinau, una embajada checa. Sin embargo, si se realiza el proyecto de Necas, habrá que contratar mucho más personal para cubrir la demanda de visados.

Moldavia está entre los países más pobres de Europa. Al mismo tiempo, es un país con una gran migración laboral. Según las estadísticas, es la economía europea que acusa la participación más grande de recursos enviados por personas que trabajan en el extranjero.

No obstante, la migración laboral afecta mucho a las familias moldavas. "En Moldavia prácticamente no hay familias que no tengan a alguien quien se haya marchado para buscar trabajo en el extranjero", dice el embajador checo en Moldavia, Petr Kypr. Ha surgido así toda una generación de niños que carecen de uno o los dos padres.

Además, tanto los diplomáticos, como los representantes de organizaciones humanitarias opinan que otro reflujo de mano de obra podría provocar un colapso económico en ese país.