Regreso de Čunek al Gobierno divide opiniones en la coalición
Jiří Čunek, el líder del democristiano Partido Popular, que dimitió hace un mes a sus cargos gubernamentales, por estar involucrado en un caso de corrupción y otro de abuso de subsidios sociales, pretende ahora volver al Gobierno, lo que ha provocado encontradas reacciones.
“Lo veo como un problema grave. Creo que todos notan que el problema de Čunek no se refiere sólo a su persecución penal sino que es mucho más amplio. Pienso que todos tenemos que ser conscientes de nuestra responsabilidad, que no es sólo individual, es responsabilidad por todo el Gobierno,” opina el ministro.
Aunque la causa por corrupción fue cerrada, todavía se investiga a Čunek por otro caso. El político fue denunciado por cobrar en los años 90 subsidios sociales, a pesar de tener depositadas en sus cuentas bancarias sumas millonarias. Jiří Čunek cree que ha sido víctima de escándalos inventados y que nada le impide volver al gobierno.
“Yo no he creado los escándalos, ni he dado impulso para las causas. Lo importante es que Gobierno y Parlamento se den cuenta que escándalos parecidos pueden acontecer a todos, que todos pueden ser perseguidos. Creo que en cuestiones parecidas deberíamos respetar la presunción de inocencia,” se defiende Čunek.
Los democristianos apoyan el regreso de su líder al Gobierno. El primer ministro, Mirek Topolánek, tampoco niega esa posibilidad. Sin embargo, el Partido Cívico Democrático y los Verdes, miembros de la coalición gubernamental, tienen distintas opiniones. Por ejemplo, Ondřej Liška, nuevo ministro de Educación y vicepresidente de los Verdes, cree que el regreso de Čunek sería para el Gobierno una desgracia. Los ciudadanos checos ya se han acostumbrado a que los ministros cambien de una cartera a otra, pero nunca ha pasado que un político volviera al gobierno después de haber dimitido. La coalición deliberará sobre el regreso de Čunek aún durante esta semana.