RCh se opone a reducción del precio de los SMS en el extranjero
La Comisión Europea propone rebajar hasta en un 70 por ciento el precio de los mensajes cortos, SMS, enviados en el extranjero, a partir de julio de 2009. El Ministerio de Industria y Comercio checo está dispuesto a luchar contra tal medida.
Hace un año, la comisaria europea de información, Viviane Reding, pidió a las compañías de telefonía que rebajen de forma voluntaria el precio de los SMS enviados en el extranjero.
Este martes, Reding anunció que no había recibido ninguna respuesta por parte de los operadores, por lo cual propone un reglamento que obligue a los operadores a abaratar hasta un 70 por ciento y en el plazo de un año el precio de los mensajes cortos y de internet móvil en roaming.
Las compañías de telefonía se oponen a la propuesta de la comisaria, considerándola populista e inútil, según afirmó el portavoz de Vodafone, Filip Hrubý.
“El mercado de telecomunicaciones checo es lo suficientemente competitivo para que el precio de los servicios se regule de manera natural. Además, la reducción obligatoria del precio de roaming podría reflejarse negativamente en los costes por otros servicios de telefonía”, señaló Hrubý.
La Comisión Europea espera que se beneficien de esta medida millones de turistas y viajeros de negocios, y calcula que la nueva ley podría generar un enorme crecimiento de los servicios de mensajes de texto y de datos. El especialista en telecomunicaciones, Martin Zikmund, no comparte tal opinión.“Las estadísticas han comprobado que la reducción del precio de servicios de telefonía móvil no conduce directamente a su mayor consumo. El único efecto que tiene es que los operadores invierten menos en las redes de telecomunicación con lo cual disminuye la calidad de roaming, en general”, sostuvo Zikmund.
El Ministerio de Industria y Comercio checo está preparado para defender los intereses de los operadores. “La regulación de los precios puede ser introducida sólo en casos excepcionales y cuando fallen los mecanismos de mercado”, señaló el portavoz del Ministerio, Tomáš Bartovský, en el diario Hospodářské Noviny.
Para ser llevada a efecto la propuesta de Viviane Reding, deben aprobarla el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE.