Aumenta en Chequia el ‘espionaje sentimental’ por medio de los teléfonos móviles
Las aplicaciones y programas para espiar a las personas a través de teléfonos móviles están ganando terreno entre los checos que quieren seguir los pasos de sus parejas.
El espionaje sentimental ha empezado a crecer entre los checos. Cada vez son más las mujeres que se quejan de que sus parejas instalan aplicaciones en sus teléfonos para saber qué hacen cuando no están juntos.
Los expertos en informática indican que en muchos casos se trata de un virus o de las aplicaciones conocidas como stalkerware, de acceso prácticamente ilimitado y de difícil control, que usan los acosadores para espiar a sus víctimas.
Jan Cibulka especialista informático del sitio iRozhlas de la Radio Checa dijo que existen muchas formas de intervenir los teléfonos móviles y de las computadoras sin que sus dueños se enteren.
“Es posible utilizar una amplia gama de herramientas. Muchas son completamente legales como, por ejemplo, programas de chat y mensajería. Se puede tratar de Skype, el acosador lo deja funcionando en la computadora pero con el monitor apagado y así puede espiar a su pareja sin que ella se entere y sin ayuda de un sistema sofisticado”.
De acuerdo con Cibulka, muchos ‘espías sentimentales’ recurren a los instrumentos más sencillos disponibles, pero eficaces.
“En caso de que el acosador quiera profundizar sus actividades pero sin emplear todavía herramientas de espionaje, le será suficiente conocer la contraseňa que utiliza su víctima en las redes sociales”.
Pero las cosas no terminan ahí, la intervención ilegal de teléfonos y computadoras es aprovechada por los piratas cibernéticos para robar identidades o seguir el funcionamiento de empresas o ejecutivos importantes.
En declaraciones a la Radio Checa el experto en seguridad informática Aleš Špidla recomendó que para dificultar las actividades de los hackers es bueno cambiar a menudo las contraseňas.
“Mis contraseňas las tengo divididas en tres categorías, las que utilizo en mis cuentas bancarias son de hasta 19 dígitos. Esto no quiere decir que se trate de contraseňas totalmente infalibles”.
Las nuevas tecnologías avanzan a gran velocidad por lo que los usuarios deben mantenerse en alerta, prestar atención al contenido de sus mensajes y a toda la información que comparten, sin olvidar lo importante que son las contraseňas, indicó Špidla.
“Hace unos 10 aňos las contraseňas de ocho dígitos eran tan fuertes que una computadora necesitaba años para descifrarla, ahora los ordenadores son más potentes y rápidos. Se dice que una contraseňa segura empieza a partir de los 12 dígitos”.
Para las mujeres espiadas por sus parejas, y para los usuarios en general, resulta prácticamente imposible descubrir que su teléfono o computadora están intervenidos.
Para las leyes checas la intervención de un teléfono o computadora sin el consentimiento de su propietario es una infracción, una violación del derecho al secreto de la comunicación privada. El problema radica en que por el momento la Policía carece de mecanismos para desenmascarar a este tipo de acosadores.