Rafael Kubelík, el gran promotor de la música clásica checa
El director de orquesta y violinista Rafael Kubelík adquirió fama internacional, sobre todo, como un intérprete excelente de renombrados compositores checos, Bedřich Smetana, Antonín Dvořák y Leoš Janáček, entre otros.
Kubelík nació el 29 de junio de 1914 en la población de Býchory, en Bohemia Central, Su padre, un violinista virtuoso, le daba clases musicales desde su infancia. Kubelík más tarde estudió en el Conservatorio de Praga, donde se dedicó tanto al violín, como a la composición y la dirección.
La trayectoria de Kubelík fue vertiginosa. A los 20 años de edad, dirigió por primera vez la Orquesta Filarmónica Checa con la que realizó una gira por Italia e Inglaterra. A los 28 años fue nombrado director en jefe de este renombrado elenco.
En 1948, tras el golpe comunista, emigró de Checoslovaquia radicándose en Estados Unidos y Suiza. Entre los años 1950 y 1953 desempeñó el cargo de director artístico de la Orquesta Sinfónica de Chicago. En 1955, el músico, que a lo largo de su trayectoria sin cesar promovía la obra de compositores checos, fue nombrado director musical de la Ópera Real de Londres e incluía regularmente piezas de autores checos y eslavos en el repertorio de esta prestigiosa casa.
Más tarde, Kubelík se puso al frente de la Orquesta de la Radiodifusión de Múnich y de la Ópera Metropolitana de Nueva York. Tras la caída del régimen comunista en Checoslovaquia, el director pudo regresar tras 42 años a la patria para dar inicio al festival nacional de música clásica más importante Primavera de Praga.
Kubelík falleció en 1996 en Suiza y yace en el cementerio de Slavín, así como otros grandes personajes nacionales.
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