Protestas de gitanos... sin gitanos

Decenas de policías, vallas metálicas y un gran número de periodistas instalados ayer frente a la embajada del Reino Unido en Praga esperaban una anunciada protesta de los gitanos checos para solicitar la suspensión de los controles de agentes de Migración británicos en el aeropuerto de Praga. Sin embargo, surgió un pequeño gran problema: al lugar no llegó ningún gitano.

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Al parecer los gitanos no se enteraron de su propia convocatoria. "Es una verdadera lástima, podían haber sido las primeras protestas de gitanos organizadas", sostuvo Martin Saffek, que llegó al lugar a protestar con un pequeño grupo de jóvenes anarquistas, miembros del movimiento Solidaridad Socialista.

Mientras que manifestaciones similares programadas en Varsovia y Bucarest tuvieron el mismo desenlace, en Londres decenas de gitanos de Europa oriental se dieron cita frente a la embajada checa para protestar por la situación en el aeropuerto de Praga. Asimismo, una veintena de gitanos se agruparon ante la sede consular checa de la ciudad de Kosice, en Eslovaquia, donde el presidente del Consejo de Gitanos, Jozef Cervenák, leyó una carta de protesta a las autoridades checas. En la misiva el líder gitano expresó su indignación por el proceder de los agentes británicos y exhortó al presidente checo, Václav Havel, a que empeñe el peso de su nombre para encontrar una rápida solución a este problema.

Esa misma carta le fue enviada también al embajador de la Unión Europea en la República Checa, Ramiro Cibrián, que se reunió ayer con delegados de diversas agrupaciones gitanas del país, quienes le expresaron su postura en torno a los controles en el terminal aéreo de Praga.

En respuesta a las presiones de diversos sectores de la sociedad, el ministro de Relaciones Exteriores checo, Jan Kavan, acordó con las autoridades del Reino Unido la suspención de dichos controles a partir del 9 del corriente. Los agentes de Migración Británicos estuvieron instalados en el aeropuerto de Praga durante casi tres semanas, período durante el cual impidieron que unos 120 pasajeros checos viajaran a Gran Bretaña; en la mayoría de los casos se trato de gitanos.