Profesionales y aficionados se unen para salvar los cactus

Foto: Andrea Fajkusová

La destrucción del ambiente natural representa actualmente la mayor amenaza para las cactáceas. Es más grande incluso que la colecta ilegal de las plantas. En ello coincidieron los participantes en la conferencia ‘Ángulos de vista: Perspectivas espinosas’, que termina este viernes en Praga.

Foto: Andrea Fajkusová
La conferencia ‘Ángulos de vista: Perspectivas espinosas’, organizada por el Jardín Botánico de Praga, marcó un hito histórico en la protección de las cactáceas. Por primera vez se reunieron en un lugar autoridades gubernamentales, botánicos profesionales y cultivadores aficionados de cactus de varios países con el fin de buscar nuevas soluciones para la conservación de estas plantas xerofíticas.

El botánico Martin Terry, director del Cactus Conservation Institute, de Texas, EE.UU., opina que la conferencia ha contribuido al entendimiento entre dos lados hasta ahora opuestos.

“Ya era hora de celebrar semejante reunión porque por muchos años había habido una separación de opiniones entre los que cultivan las plantas y las autoridades que las controlan. Muchas veces no hay un buen entendimiento entre esos dos partidos”.

Manuel Sotomayor, de San Luis Potosí, México, es médico de profesión que desde hace casi treinta años se dedica a la protección de las cactáceas como aficionado. Sotomayor sostuvo que es necesario definir cuál es el papel actual de los colectores aficionados de cactus.

“En general lo que se piensa de estas gentes es que son saqueadores. Ojalá esto con el tiempo cambie un poco, porque también ellos tienen importancia en el mundo de las cactáceas. Gracias a este tipo de personas las cactáceas han sido difundidas con gran éxito en todo el mundo. Yo vi aquí por lo menos a dos personas extraordinarias en relación a la reproducción y desarrollo de cactáceas. Así que creo que va a tener importancia y nosotros pensamos que vamos a proponer algunas cosas a CITES para cambiar ciertas situaciones que dificultan mucho el intercambio de plantas y semillas”.

Según Cecilia Elizondo, directora del Jardín Botánico de ECOSUR, en el estado mexicano de Quintana Roo, los profesionales pueden apoyarse en la experiencia de los colectores checos de cactus.

Foto: Andrea Fajkusová
“Tienen muchísima información y lo han hecho porque quieren, porque les gusta, nadie les obliga. Es una magnífica ocasión para que nosotros mismos, en el caso nuestro un jardín botánico mexicano, podamos apoyar en los trámites necesarios para que ellos puedan también llevar su trabajo legalmente en México. Además hay un interés del Gobierno mexicano por que esta parte se regularice”.

Elizondo agregó que la ley posibilita a los aficionados checos realizar investigaciones, colectas y otras actividades científicas relacionadas con los cactus a través de una institución académica mexicana o un investigador mexicano.

La conferencia ‘Ángulos de vista: Perspectivas espinosas’ incluyó, además de ponencias y debates, una visita a las colecciones de cactáceas en Pilsen y a la exposición ‘Cactus y plantas suculentas’, instalada en el Jardín Botánico de Praga.