Primer ministro Babiš califica el estado de la producción alimentaria como “catastrófico”
El primer ministro checo, Andrej Babiš, describió la autosuficiencia agrícola del país como catastrófica en un discurso pronunciado ante miembros de la Cámara de Agricultura. También defendió los altos niveles de cultivo de colza, diciendo que eran víctima de muchos mitos.
Se mostró particularmente firme en lo que respecta a la seguridad alimentaria checa, y describió el estado actual como "catastrófico".
El presidente de la cámara, Zdeněk Jandejsek, proporcionó datos que mostraron que el país solo produce entre el 36% y el 38% de la cantidd estimada de carne de cerdo, el 55 % de carne de pollo, el 60% de huevos y el 85% de la leche requerida.
Según el primer ministro, cuyo Gobierno se ha comprometido a aumentar la autosuficiencia del país en la producción de alimentos, es el resultado de la falta de visión de los políticos en los años noventa.
El error fundamental, dice, fue vender tierras agrícolas a extranjeros. Sin embargo, algunos han criticado la política de autosuficiencia del Gobierno.
Dicen que Babiš, quien es el fundador del mayor conglomerado agrícola del país, Agrofert, simplemente está buscando formas de asegurar que la explotación aumente sus ganancias.
Otro argumento utilizado por los opositores, como el de el jefe adjunto de la Asociación de Agricultura Privada Jan Štefl, es que favorecer ciertos productos básicos reduciría las opciones para los pequeños y medianos agricultores.
La política de autosuficiencia es más antigua que la actual coalición gobernante y ha estado presente en los debates de los políticos checos durante muchos años.
Durante el Gobierno de Bohuslav Sobotka entre 2013-2017 se aceptó un plan que buscaba promulgar la autosuficiencia adecuada para 2030.
El por aquel entonces ministro de Agricultura, Marián Jurečka, argumentó que era una opción lógica desde una perspectiva ecológica, laboral y de seguridad.
Además de criticar la falta de producción en lo que se considera un producto vital, el primer ministro también defendió el cultivo de la colza y dijo que ha sido víctima de mitos, incluido el presunto daño que causa al agua subterránea.Babiš también desmintió las afirmaciones de que había un gran interés en mantener la producción de colza a un nivel alto, debido al hecho de que una de las empresas de Agrofert tiene una gran participación en el procesamiento de biocombustible de colza.
El primer ministro dijo que dos tercios de la colza cultivada se utilizan en la producción de alimentos, con solo la mitad procesada para biocombustibles.
Los datos de Eurostat muestran que la República Checa tiene la mayor proporción de tierra cultivable sembrada con colza en la UE. Casi un 6% por delante de Eslovaquia, que está en segundo lugar, por lo que el margen es sustancial.
Es particularmente este nivel de cobertura terrestre lo que a climatólogos como Zdeněk Žalud les gustaría ver descender a niveles más equilibrados.
Žalud dijo que si bien la buena retención del agua de la colza y la gran cantidad de residuos orgánicos anulan algunas de las críticas habituales dirigidas a la planta, el alto uso de pesticidas en su cultivo industrial puede tener un impacto en la biodiversidad.