Premiados filmes latinoamericanos en 36 Festival de Cine de Karlovy Vary

La cinematografía latinoamericana continúa abriéndose camino entre el público de Karlovy Vary. Mientras en la edición pasada fue una película brasileña la que conquistara el máximo galardón del festival, el Globo de Cristal, este año la coproducción chilena Chico se adjudicó el premio Mejor Dirección y el largometraje mexicano Perfume de Violetas recibió un reconocimiento especial del jurado.

El filme 'Chico'

Bastó una proyección para que Perfume de Violetas, de Maryse Sistach, se transformara en una de las películas más comentadas por el público de Karlovy Vary, por la gran naturalidad a la hora de tratar un tema tan crudo como es el abuso sexual. De inmediato se comenzó a pasar la voz y las entradas para la segunda exhibición de Perfume de Violetas se agotaron. El filme, basado en un suceso real, cuenta la historia de Yéssica y Miriam, dos estudiantes en una escuela pública, que oponen su amistad a las agresiones de sus familiares y del medio en el que viven. Maryse Sistach confesó estar sumamente sorprendida por este reconocimiento.

"Uno nunca piensa que se va a llevar un premio, viene para estar en un festival donde hay tantas películas. Este en particular me resultó muy especial por los "fans del cine", que hasta dormían en el piso con tal de ver las películas, eso nos encantó."

Por su parte, José Buit, guionista de Perfume de Violetas, explicó que dicha mención tiene un enorme valor para la cinematografía mexicana.

El filme 'Perfume de Violetas'

"Esto quiere decir que nuestro trabajo conecta con un público no sólo mexicano y es sorpresivo para nosotros ver que aquí en la República Checa también despertó interés y emocionó a la gente".

Entretanto, la cineasta húngara Igolya Fekete fue galardonada con el premio Mejor Dirección por su largometraje Chico, una historia de ficción en la que su protagonista emprende un viaje lleno de aventuras, encontrando su destino en el conflicto bélico de Croacia a principios de los noventa. Chico es una coproducción rodada entre Hungría, Alemania, Chile y Croacia. Igolya Fekete confesó que para la realización de su película se inspiró en la historia real de Eduardo Rózsa Flores, es decir, el actor principal del filme galardonado.

Pero, sin duda la más orgullosa este año fue la filmografía francesa, ya que el mayor galardón que otorga el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, es decir, el Globo de Cristal a la mejor película, cayó en manos del director Jean-Pierre Jeunet, por su largometraje Amelia de Montmartre.