Paco Poch: “Karlovy Vary es un festival muy sensible hacia los problemas sociales, muy solidario”

Paco Poch en Karlovy Vary

Enamorado de la programación y el ambiente del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary, el productor y distribuidor barcelonés Paco Poch viaja cada año a la ciudad termal para llevarse alguna obra de autor para los cines y plataformas españolas o conocer algún proyecto en el que participar. A RPI contó todo lo que le aporta el festival checo más importante.

Productor, distribuidor, profesor y miembro de honor de la Academia del Cine Catalán. Eres un asiduo al festival de Karlovy Vary. ¿Cuántas veces has venido ya?

Paco Poch en Karlovy Vary | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

Pues no me acuerdo, 10 años, creo. Estaba todavía Eva Zaoralová como directora del Festival. Yo vine por mi cuenta, me presenté aquí un día y me acuerdo que estaba Claudio Niubó, que era el técnico del Ministerio de Cultura, y me dice: “Oye, ¿pero tú qué haces aquí?” Y le digo que venía porque me interesaba el cine checo y el festival y la cultura, las películas del Este, de Hungría y de todos estos sitios, así que me fui al mejor festival que había para eso. Yo ya había producido muchas películas, pero me vine como periodista, aunque no soy periodista, pero me hizo me hacía gracia la idea de escribir algo, hacer entrevistas a personas conocidas, algún director bueno, alguna actriz… con lo cual podía entrar en cantidad de películas, eso me interesa mucho.

Pero no solo vienes por placer...

Vengo para abrir horizontes, ir a ver una nueva cinematografía, nuevos países, buscar coproductores, proyectos, películas para distribuir y me tentaba más el este que el oeste, ver películas personales de autores húngaros como Miklós Jancsó, autores rumanos…

¿Y qué has encontrado aquí? ¿Qué es lo que te has llevado?

He encontrado muchas cosas, de hecho, casi cada año me llevo una película, pero siempre son cosas muy diferentes. Por ejemplo, me llevé la película georgiana de George Ovashvili, Corn Island, que ganó el premio, pero yo la compré antes de que lo ganara. Me he llevado cosas muy buenas. Me gusta que sean películas más bien pequeñas, muy personales, que toquen temas sociales muy humanos, con densidad, con valentía, por difíciles que sean, y sigo esa línea.

Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

Karlovy Vary me aporta mucho porque es un festival muy sensible hacia los problemas sociales y los problemas del mundo, es muy solidario con lo que está pasando, guerra y los refugiados. Fíjate, cuántas películas hay aquí sobre refugiados, muchísimas, y además muy buenas. Hay una, Xoftek, del director Noaz Deshe, muy bueno y hace una película dentro de un campo de refugiados dentro. Es una ficción sobre el terror, la dificultad de vivir ahí… Es un refugiado dentro del refugiado, una película muy interesante, muy inteligente.

“El cine es un arma no solo de transformación, sino de aprendizaje, y una cosa en la que no se piensa mucho, de interiorización”.

Es una manera de hacer cine comprometido, cine que toca la realidad, un cine que no sea una fuerza de evasión ni un instrumento de ganar dinero, sino sea una fuerza de comunicación entre la gente, los pueblos, que sea una manera de progresar humanamente hablando para el espectador, que el cine sea una cosa íntima y al mismo tiempo exterior, de los demás. Es la fuerza del cine, que seas tú y los otros. Y Karlovy Vary tiene esto.

Y también esto es lo bueno del cine, que piensas en ti, piensas en cosas te han pasado, piensas en tu historia personal, piensas en tu futuro… El cine es un arma no solo de transformación, sino de aprendizaje, y una cosa en la que no se piensa mucho: de interiorización. Uno no se da cuenta porque es como los sueños, no te acuerdas, pero en el inconsciente queda y el inconsciente es mucho más rico que el consciente.

Hay que hacer cine de autor por duro que sea. No matemos la protección contra la televisión basura, no matemos el cine de autor contra el cine que es solo para distraer”.

Este año había muchas películas en las que las protagonistas eran mujeres que tenían que hacerse cargo de todo, salir solas de situaciones extremas.

Hay también una toma de conciencia de que la mujer es mucho más fuerte que el hombre, mucho más completa. Lo que pasa es que no puedes ir con este discurso, pero está bien que pase esto porque hemos tenido durante tanto tiempo el discurso machista de que el hombre es el que manda, que es lamentable. Así que bienvenida la justicia para poner las cosas en su sitio.

Paco Poch | Foto:  Alexis Rosenzweig,  Radio Prague International

Así que el año que viene te veremos por aquí también.

Para el próximo año, desde el primer día, voy a ver los proyectos de la sección Work in progress, proyectos en proceso, que hay una selección muy buena y tiene unos proyectos muy interesantes, y ahí sí que puedes encontrar una coproducción para participar como coproductor.

“Yo hago siempre versión original con subtítulos, el doblaje me parece un fallo, me parece difícil de aceptar. Pero si hace falta, doblo. Pero con subtítulos va menos gente al cine. Pero no tengo pretensiones espectaculares, porque para pretensiones espectaculares ya hay otros distribuidores”.

Y como distribuidor, ¿te llevarás alguna de las películas de este año?

Voy a pedir, por ejemplo, Shambala, una película de Nepal. Vamos a ver qué pasa. Pero yo hago siempre versión original con subtítulos, si doblo es porque sale una ley que me ha ayuda a doblarla y la doblo por si acaso la compra un día un canal o algo así, pero yo siempre tiro con subtítulos porque el doblaje me parece un fallo, me parece difícil de aceptar. Pero si hace falta, lo hago. Pero, claro al ir con subtítulos, va mucha menos gente al cine, y hay que plantearse esto a largo plazo y sin pretensiones espectaculares, porque para pretensiones espectaculares ya hay otros distribuidores y otras operaciones.

“La organización de Karlovy Vary es ejemplar, tiene mucho nivel. Y hay otra cosa muy importante es la cantidad de gente joven que atrae, esto tiene mucho mérito. Tan importantes son aquí los jóvenes que van a ver películas como los profesionales de 60 que ya tienen todo un prestigio. Tiene mucho mérito”.

Yo hago este tipo de cine. Me gusta que sea así, considero que hay que hacer cine de autor por duro que sea, no por elitista ni por pedante, sino por un planteamiento, por una propuesta fuerte, y que tenga una audiencia pequeña no quiere decir que no haya que hacerlo, no quiere decir que no tenga que recibir dinero público. Lo que se tiene que hacer es apoyarlo en proporción a la gente que lo vea. Pero no matemos la protección contra la televisión basura, no matemos el cine de autor contra el cine que simplemente es para distraer, no lo matemos. La creatividad, el laboratorio, el lenguaje y el análisis del lenguaje y la aportación, es la vanguardia la que lo crea. Hay que seguir adelante cueste lo que cueste.

¿Algo para terminar?

Karel Och | Foto: Film Servis Festival Karlovy Vary

Sí, que me gusta cómo llevan el festival, cómo lo organizan. Ahora lo lleva Karel Och y es un hombre que me gusta mucho, pero es que todas las personas que voy conociendo, los que llevan la prensa, los que llevan la industria… todos son personajes muy interesantes, la verdad. Yo creo que es ejemplar. Son cosas que tienen aquí de mucho nivel. Y hay otra cosa muy importante en este festival que no he visto en otros y es la cantidad de gente joven que atrae, gente joven esperando para entrar en las salas en unas colas enormes. ¿Cómo lo hacen? Porque las habitaciones cuestan lo suyo. No sé cómo se lo montan, pero esto tiene mucho mérito, mucho mérito. Y luego ves que el festival no juega a lo del glamour, sí que puedes ver coches BMW de 650.000 euros, pero no va de eso aquí. O sea, tan importantes son aquí los jóvenes de 15, 16, o 20 años que van a ver películas como los profesionales de 60 que ya tienen todo un prestigio y las puertas abiertas. Esto tiene mucho mérito.

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