Praga revisará las relaciones de propiedad de los inmuebles de la embajada rusa en Chequia
Durante la Guerra Fría, la embajada de la Unión Soviética en Praga recibió una gran cantidad de inmuebles para uso de sus diplomáticos. El Ministerio de RR.EE. checo ha decidido revisar las relaciones de propiedad y pedir cuentas a las autoridades rusas.
Antes de la agresión rusa contra Ucrania, las relaciones entre Praga y Moscú cayeron al nivel más bajo de la historia. El detonador fue una acción de sabotaje contra un almacén de municiones perpetrado por dos agentes del servicio militar ruso GRU en el que murieron dos personas.
El altercado terminó con la expulsión mutua de personal de las misiones diplomáticas, a tal punto que en la embajada de la Federación Rusa en Praga quedaron solo seis diplomáticos.
El edificio de la escuela rusa en el barrio Bubeneč, 200 apartamentos destinados a diplomáticos y una mansión de lujo en los suburbios de Praga, son solo algunas de las propiedades que están a disposición de la embajada rusa, que dispone también de inmuebles en Karlovy Vary y otras ciudades.
Gracia a contratos, que se remontan a la época de la desaparecida Unión Soviética, fueron transferidos inmuebles a la embajada rusa u otorgado el derecho de utilizarlos de manera gratuita por tiempo indefinido.
Con las relaciones checo-rusas prácticamente congeladas y con solo un puñado de diplomáticos rusos en el país, el ministro de Relaciones Exteriores, Jan Lipavský, indicó que ya es hora de revisar las relaciones de propiedad de Rusia y estableció un grupo de trabajo para investigar de qué manera está utilizando la misión diplomática esas propiedades.
En declaraciones a la Radio Checa, el viceministro de Relaciones Exteriores, Martin Dvořák, se refirió al tipo de reclamo legal que puede hacer la República Checa en caso de que los inmuebles sean propiedad de la embajada rusa.
“Existe una diferencia fundamental. En caso de que un inmueble se utilice con fines diplomáticos goza de una serie de privilegios, como por ejemplo inmunidad diplomática. Las autoridades checas no tienen derecho a entrar en dichos edificios y disfrutan de privilegios fiscales y de otro tipo. Y, por lo que sabemos hoy, solo unas cinco de esas propiedades sirven para fines diplomáticos de acuerdo con los términos establecidos en la Convención de Viena. Pero no así otros 36 o 37 inmuebles”.
Uno de los ejemplos más flagrantes de la situación reinante son los 200 apartamentos destinados a diplomáticos rusos e invitados especiales de la embajada. Cómo se están utilizando dichos inmuebles ha sido tema de debate desde hace algún tiempo. Un intento del Ministerio de Relaciones Exteriores de dialogar sobre el asunto con las autoridades rusas no llevó a ninguna parte ya en 2017.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Martin Dvořák, dice que ha llegado la hora de abordar el tema una vez más.
“Tenemos serios indicios de que estas propiedades son objeto de actividades económicas ilegales, hemos recibido informaciones de que los apartamentos están siendo alquilados a particulares que pagan en efectivo. Esto sería una violación de la Convención de Viena. Estas son cosas que no deberían estar sucediendo. Así que queremos arreglarlo”.
Dado que el intento de abrir el asunto en 2017 con Rusia fracasó, el viceministro de Relaciones Exteriores, Martin Dvořák, dice que el Gobierno checo debería ejercer presión para encontrar una solución.
Lo más conveniente sería llegar a un acuerdo con Moscú a partir del estado de las relaciones en este momento, pero en caso de que eso falle las autoridades checas barajarían las posibilidades de llevar el caso a los tribunales.