Praga- dialogi locus
El presidente de la República, Václav Havel, fue el promotor de la discusión "Praga- dialogi locus"- "Praga- lugar del diálogo" que se celebró el pasado fin de semana en el Castillo de Praga. Fue dedicada a los problemas de la civilización contemporánea, incluida la responsabilidad de la Humanidad por el desarrollo de los países más pobres.
En la discusión promovida por el presidente Havel tomaron parte más de 300 invitados. Como presentadora se desempeñó Mary Robinson, alta comisaria de la ONU para los derechos humanos. Entre los panelistas figuraron Horst Kohler ,director del FMI, James Wolfensohn, presidente del Banco Mundial, Ann Pettifor, directora del movimiento Jubileo 2000 que pide la condonación de las deudas de los países pobres, Katerina Lisková,miembro de la asociación cívica NO Doblegados, etc. James Wolfensohn, director del Banco Mundial, declaró que su institución ha cometido sin duda varios errores, pero que se empeña intensamente para eliminar la pobreza. El Banco Mundial acepta el diálogo, pero los interlocutores deben escucharse mutuamente y no sólo culparse unos a otros.
La activista checa del movimiento antiglobalización, Katerina Lisková, recordó que casi tres mil millones de personas viven con menos de dos dólares diarios. Desde la fundación del FMI y del Banco Mundial la diferencia entre los ingresos de los grupos económicos más débiles y los más fuertes se ha sextuplicado. A juicio de la activista, estas dos instituciones financieras violan los derechos humanos, dañan el medio ambiente y aumentan la pobreza en los países del tercer mundo.Los cambios propuestos por el FMI y el Banco Mundial son solamente cosméticos. Walden Bello, director de "Focus on the Global South", enfatizó que en los pasados 55 años el FMI y El Banco Mundial respaldaron regímenes dictaroriales y autoritarios en el tercer mundo. Walden Bello opina que las reformas de estas dos instituciones no funcionan. Entretanto, el financista George Soros sostuvo en la discusión en el Castillo de Praga que los representantes de las asociaciones cívicas no tienen razón al pedir la disolución del FMI y del Banco Mundial.Soros piensa que ambas instituciones deben ser reformadas y reforzadas.