Por quinta vez, los científicos de Brno pasarán el Año Nuevo en la Antártida
Como ya es tradición por estas fechas, los expertos de la Universidad Masaryk de Brno parten hacia la isla James Ross, en la península Antártica. Proseguirán allí sus estudios de los efectos del cambio climático global, iniciados hace cinco años.
Mientras la mayoría de los checos busca huir o, al menos, esconderse de las bajas temperaturas que azotan al país, los científicos de la Universidad Masaryk de Brno se dirigen hacia la Antártida. Su objetivo sigue siendo el mismo: en la isla James Ross, llevar a cabo las diferentes observaciones meteorológicas, geológicas y botánicas, según precisa Miloš Barták, líder de la expedición.
“Nuestras investigaciones se centran en problemas ecológicos que requieren cierta continuidad. Entre los proyectos a largo plazo destacan las observaciones del clima de la zona y el experimento titulado ‘calentamiento manipulado’. Por primera vez este año viajan con nosotros geólogos que estudiarán el régimen hidrológico en las partes desheladas de la isla James Ross”, indica Miloš Barták.
Además de biólogos, climatólogos y geólogos, integrará el equipo un médico, que estudiará los impactos de las extremas condiciones sobre el organismo humano.
La expedición partió este miércoles de Praga dirigiéndose hacia Santiago de Chile. Desde allí se trasladará al puerto de Punta Arenas donde subirá a un buque rompehielos para llegar, después de cuatro días, a su destino, la estación Johann Gregor Mendel, situada en la isla James Ross.Ésta se encuentra en plena temporada de verano, pero aún así las condiciones climáticas son duras para un centroeuropeo, afirma Miloš Barták.
“Durante la temporada veraniega no hace tanto frío en la isla James Ross. Las temperaturas diurnas oscilan entre cinco y diez grados bajo cero. Sin embargo, debido al fuerte viento y a la alta humedad del ambiente, uno se siente como si fueran 25 grados bajo cero”, recalca el científico.
La estación Johann Gregor Mendel fue construida por la Universidad Masaryk hace cinco años. A pesar del alto costo que supone su mantenimiento, la inversión vale la pena, según Barták. “La isla James Ross nunca ha sido sometida a una investigación sistemática. Para la República Checa es entonces una gran oportunidad para aportar nuevos conocimientos sobre el continente blanco”, opina el científico.
Los expertos de Brno permanecerán en la Antártida hasta principios de marzo.