Policías militares checos entrenan a sus colegas iraquíes
Unos cien policías militares checos, emplazados en la base de Shaiba, cerca de la ciudad de Basora, ayudan a entrenar a sus colegas iraquíes. Radio Praga les ofrece una entrevista con uno de ellos.
Radek Vyslouzil ha llegado recientemente al sur de Iraq, junto con otros policías militares checos, que se relevan en la base de Shaiba desde enero del presente año.
Desde entonces, ya han entrenado, en cooperación con los soldados británicos, daneses y holandeses, a más de dos mil policías iraquíes. Entrenan tanto a policías de transporte como a instructores encargados de dirigir los disparos e investigar delitos criminales.
"En vista de que Irak necesita disponer urgentemente de sus propias fuerzas de seguridad, los cursos que organizamos, duran tan sólo quince días. Los egresados van directamente a la calle. Son muy aplicados: tienen un gran interés por aprender. Nos toman como autoridades, siendo muy atentos a nuestros consejos y recomendaciones".
Ha comentado que algunos de ellos no saben leer ni escribir. ¿Cómo les entrenan, entonces, y no representa esto un obstáculo para su servicio en la calle?
"En el curso utilizamos métodos especiales. Les enseñamos mediante juegos. Nos ayudan mucho nuestros intérpretes. Además, los iraquíes que pasan por nuestros cursos, sirven en la calle en grupos de seis, como mínimo. Siempre hay alguien en el grupo que sabe leer y escribir".
Radek Vyslouzil destaca que los soldados checos gozan de muy buena fama en Basora. "La gente no olvida la ayuda que les ha brindado el Séptimo hospital de campaña checo y saludan cordialmente a nuestros carros con la bandera checa", dice Vyslouzil.
Los policías militares terminan su labor en Irak a finales del año en curso. Sin embargo, la República Checa quiere mantener su presencia militar en Irak. Según afirmó el ministro de Defensa, Miroslav Kostelka, los soldados checos podrían entrenar a comandantes iraquíes.