¿Peleas en los bares checos? Muy difícil

En Latinoamérica, las peleas en los bares son pan de cada día. En la República Checa, en cambio, es muy difícil que dos personas recurran a la violencia, quizás porque la sociedad en sí es más pacífica, quizás porque principalmente beben cerveza, que no exalta tanto los ánimos.

Ver una pelea en un bar en la República Checa es sumamente difícil, casi imposible, a no ser que en ella se vean involucrados extranjeros. Los checos conforman una sociedad pacífica, sin esos problemas atávicos que aquejan a los países Latinoamericanos, más machistas, más competitivos. Así al menos lo cree Guillermo Lara, un pintor mexicano que lleva dos años viviendo en Praga, y que cada día se asombra de la tranquilidad que reina en los bares.

“Yo siento que los checos forman un país y una sociedad menos violenta que los países y sociedades en Latinoamérica. En un bar es donde más lo percibo. En Latinoamérica quizás no hay una noche sin una pelea. Generalmente es por mujeres, por celos. Aquí también se emborrachan, pero no pasa eso, la sangre no llega al río. Es una cosa cultural, creo, esa cosa más competitiva, más violenta, agresiva de las sociedades latinas o por lo menos de México”, dice.

Guillermo se declara un pacifista total y por eso le agrada mucho salir de juerga en Praga: jamás ha tenido un problema, jamás ha visto una pelea. Dice que influye mucho también el modo de vida de los praguenses, en comparación con la locura de Ciudad de México.

“En la Ciudad de México está el estrés de la ciudad, que influye para desatar una pelea. La gente vive en constante estado de estrés y de una u otra manera siempre está buscando desahogar esa presión que trae dentro”.

Y para finalizar, Guillermo Lara añade otra posible causa a este fenómeno: acá se bebe principalmente cerveza, no como en México, donde el tequila o el mezcal mandan.

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