Pavel Pribyl permanece por el momento en el cargo de jefe de la Oficina de Gobierno

De la manifestación contra Pavel Pribyl (Foto: CTK)

Los manifestantes que este martes solicitaron la destitución de Pavel Pribyl del cargo de jefe de la Oficina de Gobierno, lograron su objetivo, sólo parcialmente. Pribyl permanece en el cargo. Por el momento.

De la manifestación contra Pavel Pribyl  (Foto: CTK)
Varios centenares de personalidades de la vida pública y cultural, así como ciudadanos checos de a pie se reunieron este martes ante la sede del Gobierno en Praga.

Su protesta fue dirigida contra Pavel Pribyl, quien bajo el comunismo sirvió como policía en el regimiento de acción rápida. Su tarea principal fue contener las manifestaciones contra el régimen totalitario.

La gente reunida ante la sede del Gobierno checo protestó contra que los altos puestos de la administración estatal estén ocupados por las personas que estuvieron comprometidas con el antiguo régimen comunista o, incluso, que trabajaron en sus unidades represivas.

Pavel Pribyl  (Foto: CTK)
El primer ministro, Stanislav Gross, rechazó destituir a Pavel Pribyl, pero bajo una condición. "Si se comprueba que el señor Pribyl pegaba a alguien o que comandó a las personas que pegaban a la gente, no será más el jefe de la Oficina de Gobierno", dijo Gross e instó al ministro del Interior a que abriera los respectivos archivos.

El pasado comunista de Pavel Pribyl no gusta tampoco al ex presidente Václav Havel, quien mandó una carta abierta al jefe del Gobierno. Los ministros que aprobaron el nombramiento de Pribyl, no son unánimes.

Por ejemplo, el ministro de Defensa, Karel Kuhnl, revocó su voto afirmando que a la hora de votar, no tenía información sobre el desempeño de Pribyl bajo el régimen totalitario. La ministra de Sanidad, Milada Emmerová, opina que Pribyl debería permanecer en el cargo. "Fui miembro del Partido Comunista durante muchos años, pero nunca hice nada a nadie", agregó.

La opinión de los manifestantes la resumió el publicista Jan Urban. "Si quince años después de la Segunda Guerra Mundial el Canciller alemán hubiera elegido como jefe de su oficina a un ex comandante de las unidades SS, todo el mundo le habría condenado en voz alta", subrayó Urban.