El pasado comunista del jefe de la Oficina de Gobierno indigna a la sociedad checa

El Gobierno de Stanislav Gross todavía no ha obtenido el voto de confianza en el Parlamento y ya se ve obligado a resolver un gran problema. El pasado comunista del nuevo jefe de la Oficina de Gobierno, Pavel Pribyl, suscitó una enorme indignación en la sociedad checa.

En 1983 entró en la Policía y también en el Partido Comunista. Como policía sirvió en el regimiento de acción rápida que dispersaba brutalmente manifestaciones contra el régimen totalitario. Se trata de Pavel Pribyl, el nuevo jefe de la Oficina de Gobierno.

Stanislav Gross  (Foto: ÈTK)
A principios de este mes, todos los ministros aprobaron su nombramiento. Tras salir a la luz la participación de Pavel Pribyl en las unidades represivas del antiguo régimen comunista, las dos formaciones más pequeñas de la coalición gubernamental, el democristiano Partido Popular y la Unión de la Libertad, pidieron una explicación al primer ministro, Stanislav Gross.

¿Y cuál fue su reacción? "No le destituiré de su cargo. Lo importante para mí es que tras el derrumbe del comunismo, Pribyl pasó por las verificaciones de su currículum", dijo el jefe de Gobierno y añadió.

"Si no aparece una cosa nueva sobre el jefe de mi Oficina, de la que no tuviera noticias con anterioridad, opino que no debería sucumbir ante una ola, tan sólo para ser popular".

El nombramiento de una persona que durante el régimen totalitario pegaba a la gente que quería expresar su opinión y pedía la libertad y la democracia, indignó también al escenario cultural checo. Unas cien personalidades de la vida cultural y pública han firmado hasta el presente la petición en pro de la destitución de Pavel Pribyl.

Los simpatizantes de la petición se reunirán este martes ante la sede del Gobierno checo para manifestarse contra la participación en la actual vida política democrática de personas que estuvieron comprometidas con el régimen comunista.