Panenka, el fútbol que se lee en checo
Diez años después de su aparición en España, la revista de culto Panenka, con su visión alternativa y reflexiva sobre el deporte rey, se publica también en la República Checa, el país del futbolista del que tomó prestado su nombre, su actitud y hasta su bigote.
La revista Panenka marcó un hito editorial en España cuando salió en 2011 con un enfoque del fútbol nunca visto antes. Sin ninguna obligación hacia la actualidad, que llena prácticamente la totalidad de los contenidos del resto de publicaciones deportivas, Panenka mira siempre adonde las demás no lo hacen. Con un cuidado diseño y una visión romántica, casi poética o filosófica del balompié, cuenta historias atemporales de equipos yugoslavos y ensalza el fútbol de barrio y a antiestrellas muy recordadas por hinchadas de equipos de segunda. Porque el fútbol es mucho más que la Champions League, equipos de jeques árabes y oligarcas rusos o los megacontratos de Messi. Es un fenómeno social y hasta cultural, según se mire.
En España el primer número de la revista salió al mercado coincidiendo con el aniversario del histórico penalti de Panenka que le dio a Checoslovaquia su Eurocopa en 1976. Por las mismas fechas pero diez años después, la revista Panenka sale en el país de Panenka.
Su redactor jefe, Štěpán Etrych, contó a Radio Praga Internacional la visión que tienen sobre la nueva publicación, que ya está en la calle.
“Lo que queremos, sobre todo, es adaptar la filosofía de la revista. Si ves el primer número de la edición checa, está claro que seguimos el espíritu de la versión española, la maquetación, el diseño, la tipografía, todo”.
La alta calidad de los contenidos y el cuidado puesto en cada detalle de la publicación es, igual que para miles de lectores españoles, lo que más atrajo a Etrych de siempre, dice.
“Me gusta la forma y el contenido. Lo primero sirve a lo segundo y viceversa. Algunas veces hay productos que tienen una forma muy bonita pero el contenido es más normal. En este caso lo veo equilibrado. Me gusta muchísimo el diseño de la revista, la maquetación, las infografías, las ilustraciones… Y todo esto viene mezclado exactamente con el contenido. Esto me gusta muchísimo de la revista española”.
La revista Panenka checa contará siempre con alguna parte tomada de la publicación española y otra producida íntegramente en Chequia, cuenta el redactor jefe.
“En el contenido que publicamos en el primer número más del 50% está escrito por autores checos. No se trata de una revista traducida, como otras que toman el 90% del contenido, piden en algún lado que se lo traduzcan y lo ponen en la revista y ya está. No, nosotros queremos adaptar todo a la visión checa del fútbol, a los aficionados checos. Solo vamos a tomar lo más interesante de la edición española, esto es, los artículos que interesen a los aficionados checos, y el resto lo vamos a crear aquí”.
Destaca Etrych los grandes reportajes que aparecen en las páginas de Panenka en España. Su intención es ofrecerlos también al hincha-lector checo, si acaso, con alguna aportación hecha en Praga.
“Lo que me gusta de las revistas Panenka españolas son los grandes temas, por ejemplo, fútbol y cine, el dolor, la derrota… Estos tienen 40 o 50 páginas, o sea, el 50% de la revista. Cuando escojamos uno de estos temas, vamos a pensar muy bien cómo extenderlo en modo checo. Vamos a buscar historias parecidas que puedan completar cada tema”.
“El penalti de Panenka representa los valores que persigue la revista”
Igual que cuando apareció en España, no podía faltar una entrevista a Antonín Panenka en el primer número de la publicación checa. El conocido actor Ivan Trojan, omnipresente en las pantallas de cine checas y declarado hincha del Bohemians, parecía una opción ideal para dar con algo distinto a lo habitual, explica Etrych.
“Cuando estábamos pensando en cómo hacer la entrevista a Antonín para el primer número de la revista que lleva su nombre, no sabíamos quién la haría. Creo que todos los periodistas del mundo ya han entrevistado a Antonín Panenka, entonces, ¿qué preguntas pueden hacerle para que surgiera algo interesante? Así surgió la idea de Ivan Trojan, que es un gran aficionado del Bohemians y conoce a Antonín. Así que le preguntamos si quería hacer la entrevista. Creo que le hace preguntas que nunca nadie le había hecho antes y que Antonín le da respuestas con detalles muy concretos que, de alguna manera, son sorprendentes”.
Creador del único lance futbolístico con apellido, esa ejecución de la pena máxima más artística que técnica, hoy en día Panenka es una celebridad mundial a la que, algo a su pesar, se recuerda básicamente por un solo penalti, y no por su larga trayectoria o los títulos logrados, algo así como un cantante del que se recuerda una sola canción.
Con su característico bigote y peinado, la celebración de su genialidad y la victoria de una astucia desplegada ni más ni menos que en el quinto y definitivo lanzamiento de la tanda de penaltis de la final de una Eurocopa, la revista Panenka ha ayudado a elevarlo casi a la categoría de icono pop.
Panenka, claro está, no tenía conciencia de serlo. Cuando hace una década le contactaron desde Barcelona para pedirle permiso para ponerle su nombre a una revista de fútbol, tuvo que preguntarles por qué, le contó a Štěpán Etrych.
“Me decía que les preguntaba a los españoles por qué no habían llamado la revista con el nombre de otro futbolista, si él no había ganado mundiales ni el Balón de Oro. Le explicaron que les gustaba el espíritu del penalti de Belgrado en el 76, que fue algo inesperado, alternativo y muy valiente, que esos son los valores que quieren que la revista represente, que también es alternativa y cuenta historias que no entran en los diarios ‘mainstream’. Igual que su penalti, porque todo el mundo esperaba otra ejecución”.
Panenka, el fútbol que se lee ahora también en checo, empezará siendo una publicación trimestral. Si logra la mitad del éxito y fidelidad por parte de los lectores que goza en España, seguro que seguirá adornando con sus logradas portadas las vitrinas de los kioscos de la República Checa dentro de diez años y muchos más.