Padre asiste al parto online

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Les hablaremos sobre el primer parto en la República Checa al que el padre del bebé - un piloto- pudo asistir online.

En la República Checa nacen menos niños que hace 15 años, pero en ese lapso de tiempo ha mejorado considerablemente la asistencia que las parturientas y los bebés reciben en las maternidades.

Lo testimonia, por ejemplo, el hecho de que hace 15 años los médicos checos lograban salvar bebés prematuros de 1000 gramos de peso. En la actualidad, gracias a los mejores cuidados médicos sobrevive hasta un niño prematuro que nace con 500 gramos de peso.

Las maternidades ofrecen a las mamás un mayor conforto y sus puertas se han abierto a los padres. Éstos asisten corrientemente a los partos. Un papá tocó a su compañera durante el parto el violín, y otro asistió al nacimiento de su hijo tocando a su mujer la guitarra...

Si el padre no puede asistir al parto, ahora ya tiene la posibilidad de presenciarlo online, a través de Internet. La primera en autorizar una transmisión online de un parto para un padre ausente por motivo laborales, fue hace poco la maternidad "U Apolináre", en Praga.

Todo empezó hace cuatro años cuando daba a luz su primer hijo una señora cuyo esposo es piloto y debido al trabajo no podía asistir al parto. A los obstetras se les ocurrió que podrían transmitir el parto por Internet, pero en aquel entonces el proyecto no se concretizó.

Cuando la esposa del piloto contactó en pasado otoño la maternidad, manifestando el deseo de dar allí a luz a su segundo hijo, los médicos retomaron la idea de transmitir el parto online al padre ausente.

Una circunstancia los obligó a acelerar los preparativos para la transmisión online: el primer hijo de la futura mamá contrajo varicela y existía la sospecha de que hubiera contagiado a su madre. Los obstetras decidieron provocar el parto prematuro para que la parturienta diera a luz antes de producirse la erupción cutánea típica de la varicela. De otra manera había peligro que el recién nacido sufriera daños cerebrales.

En circunstancias tan dramáticas los técnicos instalaron la cámara y los cables necesarios para la transmisión online del parto que vería por Internet el papá del bebé. Todo resultó bien, el padre que estaba en Moravia, pudo ver en exclusiva el nacimiento de su hija Anicka a través de su ordenador.

La mamá pudo acariciar a su hija recién nacida sólo por unos breves instantes para evitar su contagio con la varicela. El bebé se quedó en la maternidad y su mamá tuvo que marcharse a casa sola.

Los técnicos empezaron a desmantelar los cables cuando los médicos de la maternidad "U Apolináre" tuvieron una genial idea. Las transmisión online continuaría, la cámara se instalaría junto a la camita del bebé recién nacido y su mamá podría ver a a su hijita en su casa, en la pantalla del ordenador. Los médicos esperaban, además, que viendo a su hija por Internet, la madre conservase la capacidad de amamantar a la pequeña.

La mujer separada de su hija recién nacida por enfermedad contagiosa, iba como mínimo quince veces al día al ordenador. Lo hacía siempre cuando se sentía triste.

La madre pudo contemplar a su hijita online en la pantalla del ordenador durante los 16 días que duró el peligro de que pudiera contagiar a la nena con la varicela. La feliz mamá pudo recoger a la niña en la maternidad hace una semana.