Oficiales britanicos discriminan a la poblacion gitana en el aeropuerto praguense

Desde el miércoles de esta semana, todos los viajeros del aeropuerto preguense de Ruzynì con destino a Gran Bretaòa tienen que pasar por controles previos de los funcionarios británicos. Este acuerdo entre las autoridades de Praga y Londres ha suscitado numerosas protestas de la comunidad romaní checa y de los defensores de los derechos humanos.

Al parecer, el color de su piel y el pertencer a la etnia gitana puede dar a traste con su viaje. Los controles de inmigración británicos dedican mucho más tiempo y atención a los viajeros con tez morena, para los cuales existe incluso una habitación separada para continuar con el procedimiento de entrevista. Los viajeros que no cuentan con el visto bueno de los funcionarios de Londres, no pueden embarcar en el avión para el cual disponen de billete. Diez personas el miércoles y doce el jueves tuvieron que volver a sus casas sin poder viajar a las islas británicas. Una de las personas que no pudo embarcar en el vuelo a Londres, una mujer de etnia gitana, nos comentó la situación:

"Nos preguntaron con qué finalidad queremos viajar a Inglaterra, entonces dijimos que vamos como solicitantes de asilo y luego nos preguntaron por qué queremos irnos. Y nos queremos ir allí porque aquí, en la República Checa, las situación es diferente. Cuando vamos a algún sitio, siempre está la policía o hay algún control. Si vamos a un supermercado, la gente nos mira, miran qué hacemos, qué tocamos... Y es que aquí uno se siente mal, como si fuéramos personas distintas... distintas de la gente blanca."

Las asociaciones gitanas y los defensores de los derechos humanos califican esta medida de control de las autoridades británicas como discriminatoria, seòalando que atenta contra el derecho de asilo y refugio y que discrimina a la etnia romaní. Sin embargo, el primer ministro checo, Milos Zeman, expresó su satisfacción con el nuevo procedimiento, argumentando que los controles de inmigración constituyen la única forma de evitar para los ciudadanos checos la introducción de visados, con lo que Londres amenaza desde el aumento de solicitudes de asilo de los gitanos checos. Por su parte, las autoridades británicas justifican la labor de sus oficiales aduciendo que el Reino Unido tiene que defenderse con estas medidas de los posteriores abusos del derecho de asilo en su territorio.