Ocho días para lograr una juventud más concienciada con las personas discapacitadas

Foto: Alicia Pérez

Aprender a relacionarse con los demás y con el entorno de una forma sana, a la vez que se conocen las dificultades que deben afrontar diariamente las personas discapacitadas son los objetivos de Harmonic World, una ONG que está desarrollando actividades durante ocho días en las ciudades checas de Dobrichovice y Praga.

Foto: Alicia Pérez
El último proyecto de la ONG praguense Harmonic World se llama “SAY+”, acrónimo de Socially Aware Youth, es decir, jóvenes con conciencia social. Las jornadas, que comenzaron el día 14 y concluirán el 21 de julio, cuentan con 50 participantes procedentes de ocho países europeos, con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años. Los países asociados al programa son Estonia, Lituania, República Checa, Polonia, Italia, Eslovaquia, Rumanía y Turquía, y muchos de los jóvenes participantes no habían tenido muchas oportunidades de estar en el extranjero hasta ahora.

La finalidad de este encuentro es concienciar a los jóvenes de los problemas a los que se enfrentan las minorías y las personas discapacitadas en su vida cotidiana. En las actividades propuestas se animará a los participantes a buscar soluciones creativas a los problemas que se presenten durante su estancia. Serán ocho días muy intensos con un programa muy variado, como comenta Egle, una de las participantes procedente de Lituania.

“El domingo tuvimos una presentación sobre el proyecto. El lunes realizamos una actividad muy interesante: ‘biodanza’. Es una forma de experimentar emociones y potenciar la imaginación que perdimos cuando éramos niños y que ayuda a mejorar nuestra creatividad y a liberar nuestro cuerpo, alma y mente. Fue muy interesante. Después hemos tenido charlas sobre valores personales, cómo alcanzar nuestras metas,… En definitiva, cómo convertirnos en mejores personas”, explicó.

Nada más levantarse todas las mañanas el grupo hace yoga, lo que es una experiencia nueva para casi todos los jóvenes que participan. Otros de los talleres que se llevarán a cabo durante esta semana tratarán sobre programación neurolingüística, planeación estratégica, o cómo lograr una nutrición saludable. Según la ONG, se trata de impartir una serie de conocimientos que una vez aprendidos, permanecerán con el individuo para siempre.

Aunque la mayor parte de los talleres está teniendo lugar en la ciudad checa de Dobřichovice, el grupo se trasladó el martes a Praga para realizar una actividad muy especial.

“Hoy hemos estado haciendo este rally en silla de ruedas por la ciudad de Praga realizando distintas pruebas. Nos hemos dividido por equipos y en cada uno de ellos tenía que haber una persona que se sentase, por turnos, en una silla de ruedas. Tener esta experiencia ha sido increíble”, nos cuenta una de las participantes. Según Rodrigo Miranda, director de Programas y Comunicación de Harmonic World, el hecho de “enfrentarse a una silla de ruedas siempre te da una percepción más humana de la vida”. Con este tipo de eventos, la ONG pretende que los participantes aprendan a convertir el sentimiento de lástima que generalmente se tiene al ver a una persona en silla de ruedas, en una compasión activa que les conciencie de las dificultades a las que se enfrentan estas personas, lo que supone “un cambio interno muy profundo”. Dos de los participantes en la actividad nos comentaron su experiencia.

“Ahora he podido tocar con mis manos lo que significa tener discapacidad y ver el mundo desde otra posición”.

“Este tipo de actividades me ha concienciado sobre la gente discapacitada. También he aprendido mucho acerca de cómo llevar un estilo de vida saludable, he cogido nuevas ideas para mi futuro laboral como fisioterapeuta, y también para mi vida personal, ya que he aprendido a estar en armonía con mi mente y con mi cuerpo. Y, por supuesto, he conocido personas nuevas, culturas diferentes a la mía, y eso es fantástico para mi desarrollo personal”.

Con esta actividad, la ONG no pretendía sólo concienciar a los participantes, sino también a los ciudadanos que les vieron realizando el rally, con lo que las repercusiones sociales del proyecto se multiplican, como afirma Rodrigo.

Visita a la granja Hare Krishna,  la foto cedida por Rodrigo Miranda
“La gente que ve este tipo de actividades también de pronto capta la atención, lo que conciencia y sensibiliza un poco. La vez pasada que estuvimos en esta actividad también nos encontramos turistas que decían ‘Ah mira, aquí están estos chicos tratando de hacer algo’. Hay un impacto directo y otro indirecto. El directo es más visible, lo percibes más pronto y el indirecto tendrá que ver con políticas públicas, que se traduzcan en infraestructuras o alguna otra cosa”.

Además de este ejercicio de concienciación, las actividades de estos ocho días se centran también en promover los beneficios de un encuentro multicultural, ya que los participantes se mezclan con personas pertenecientes a otros grupos sociales y con trayectorias muy diferentes a las suyas. Rodrigo Miranda nos comenta el ejemplo de la inclusión de Turquía en el proyecto, lo cual es una forma de acercar una cultura no exactamente europea y “libera de prejuicios” al resto de participantes. “Al acabar el programa, los participantes habrán adquirido actitudes de tolerancia, respeto, inclusión y entendimiento”, asegura la ONG.

Visita a la granja Hare Krishna,  la foto cedida por Rodrigo Miranda
Las conclusiones que saquen de esta experiencia se enviarán a la Agencia Nacional Checa con el objetivo de que se mejoren las condiciones de vida de las personas en silla de ruedas. De momento, el grupo ha constatado que queda mucho por hacer en la ciudad de Praga para convertirla en una ciudad adaptada a las personas con discapacidad.

Durante los cuatro años que lleva en activo, la organización ha realizado varios proyectos de gran calado social, todos ellos persiguiendo los mismos objetivos, como nos comenta Rodrigo Miranda.

“El objetivo principal es desarrollar al individuo para que éste pueda convertirse en una persona no sólo productiva para sí misma, sino para la sociedad en general. La pregunta que les hacemos siempre a los participantes es ‘¿Cómo puedes hacer lo que te gusta hacer (y en consecuencia ser feliz), y al mismo tiempo beneficiar a los demás con lo que haces?”.

Al frente de Harmonic World está un grupo reducido de seis personas, que trabajan casi exclusivamente de forma voluntaria. La única fuente de financiación del programa es la Comisión Europea, mediante su programa “Youth in Action”, por lo que actualmente están buscando recursos por distintas vías que les permitan realizar proyectos con una mayor frecuencia.

Autor: Alicia Pérez
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