Nuevos proyectos devuelven la fama mundial a la arquitectura de la República Checa
‘Praga Visión para el Futuro’ es el nombre de la nueva exposición que se ha inaugurado esta semana y que pone de relieve los tres proyectos arquitectónicos más importantes del país.
La nueva exposición ‘Praga Visión para el Futuro’ ha elegido tres diseños arquitectónicos que se construirán en los próximos años y que se consideran ya tres edificios emblemáticos para la República Checa. Se trata del complejo comercial Savarin de Praga, de la estación de tren futurista de Brno y de la sala de conciertos de Ostrava. Todos ellos han sido diseñados por estudios extranjeros de relevancia internacional, algo singular que no sucede muy a menudo en la República Checa.
Radio Praga Internacional ha hablado con el comisario de la exposición, Adam Štěch, sobre la selección de las obras. Según explica, estas han sido elegidas por representar las tres principales ciudades del país, y por, también, ser diferentes en lo que a tipología y propósito se refiere.
“Mientras que en Praga se construirá Savarin, un complejo comercial realizado por un estudio del Reino Unido, en Brno estará la nueva estación principal de trenes, realizada por arquitectos de los Países Bajos, y será un edificio de transporte, y en Ostrava habrá la nueva sala de conciertos, pensado por el estudio de arquitectura de Steven Holl, en Estados Unidos. Cada proyecto, pues, muestra la arquitectura desde una perspectiva un poco diferente”.
Para Štěch, los tres proyectos son emocionantes e impresionantes, pero acepta que su favorito es el de Ostrava, la Filarmónica Janáček, ya que fue diseñada por un arquitecto estadounidense de renombre en colaboración con el estudio praguense ‘Architecture Acts’. El edificio, según explica el comisario de la exposición, dispondrá de una estructura muy orgánica, que estará adosada al antiguo edificio construido en los años 50 como casa de cultura por el checo Jaroslav Fragner. En su opinión, el proyecto es impresionante por la mezcla que propone entre una estructura antigua y una nueva. Además, será monumental pero a la vez muy sensible y respetuoso con la ubicación y la arquitectura originales.
Al ser preguntado por la diferencia entre los tres edificios seleccionados en la exposición y otros grandes proyectos vistos en la República Checa en los últimos 30 años, Štěch lo tiene claro: Estos tres proyectos son importantes porque son relevantes, bonitos y monumentales; algo que, según cuenta, no se ha visto muy a menudo en el país desde principios de los 2000.
“Creo que la arquitectura y el diseño checos son realmente buenos. A lo que me refiero es que destacan más a pequeña escala, con edificios de menor tamaño. Pero echo de menos ver ideas y proyectos de edificios institucionales de cultura nuevos, monumentales, como la filarmónica. O bien, que sean funcionales, o para el transporte, y pensados desde una visión innovadora y moderna, como lo es la estación de Brno. Creo que estos proyectos serán bastante excepcionales”.
El comisario de la exposición destaca que no hay que preocuparse, que hay estudios de diseño checos muy buenos, y proyectos y edificios construidos por empresas del país de los que hay que estar orgullosos. No obstante, apunta, también es motivo de orgullo que la República Checa vuelva a tener nombres internacionales de clase mundial que construyan sus proyectos en el país. Destaca, por ejemplo, la década de los años 30, cuando se aprobaron y se construyeron joyas arquitectónicas como la Villa Tugendhat en Brno, de Mies van der Rohe. “Ahora volveremos a tener estructuras construidas por arquitectos de renombre internacional”, apunta el comisario.