Nueva enmienda facilita la donación de órganos de extranjeros
Ha entrado en vigor una nueva enmienda a la Ley de Trasplantes que simplifica la extracción de órganos de extranjeros que han fallecido en la República Checa.
En 2018 los médicos checos trasplantaron un número récord de órganos de 280 donantes, aun así hay 800 pacientes en la lista de espera. El Director del Centro de Coordinación de Trasplantes, Miloš Adamec, dice que la nueva enmienda puede salvar a decenas de pacientes al año. En el pasado ha habido casos en que un trasplante no se pudo efectuar debido al largo procedimiento.
“La antigua norma era muy complicada. Siempre teníamos que averiguar si la persona estaba inscrita en un registro en el extranjero, si tenía una tarjeta de donante, y dónde se encontraba su familia. La nueva normativa permite que un familiar conceda el permiso para la donación”.
El Centro de Coordinación de Trasplantes también se enfrentaba a problemas con el reglamento RGPD (Reglamento General de Protección de Datos), relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta a sus datos personales. Adamec sostuvo que la legislación RGPD les impidió la realización de varios trasplantes.
Con el Centro de Coordinación colabora la Policía de Extranjería de la República Checa, que facilita las bases de datos para poder buscar los contactos de las personas cercanas, como apunta Renata Grecmanová.“En el caso de personas que han estado aquí durante mucho tiempo tenemos la información básica: el nombre, apellido, dirección de contacto, y datos sobre sus personas cercanas. En base a esto, es posible encontrarlas”.
Si la Policía de Extranjería no logra obtener la información necesaria dentro de 72 horas, no se puede realizar la extracción de órganos, especificó Grecmanová.
En la República Checa viven alrededor de 550 000 extranjeros, lo que constituye aproximadamente el 5% de la población. El grupo de inmigrantes más grande son los ucranianos. Viktor Rajčinec preside la Iniciativa Ucraniana en Chequia y dice que apoya la nueva enmienda.
“Creo que la enmienda está bien. Los trasplantes ayudarán a otras personas a vivir”.
Rajčinec explica que si el equipo médico acude a un pariente del difunto que pertenece a la generación joven de ucranianos, es probable que obtenga el consentimiento. Sin embargo, en el caso de la generación mayor puede ser más complicado, debido a las fuertes creencias.
“La situación es un poco diferente con las personas mayores, ya que tienen diferentes puntos de vista, sobre todo en cuanto a la religión. Creen que un hombre debería morir tal y como nació, sin intervención alguna”.
Para los ciudadanos checos se aplica el llamado ‘consentimiento anticipado’ al trasplante, que supone que todas las personas están de acuerdo con la donación. Si alguien no desea donar sus órganos, puede inscribirse en un registro especial.En otros países, como Alemania, el sistema funciona de manera opuesta. Los que desean donar sus órganos deben llevar consigo una tarjeta de donante. Hay que tener en mente que el procedimiento de donación no está regulado por la legislación del país de origen, sino del país en el que se encuentra actualmente la persona.