Nueva crisis política ensancha fisuras en la coalición gubernamental
El Gobierno checo supera una crisis para de inmediato sumergirse en otra. La tensión está a la orden del día en el Gabinete tripartito. El primer ministro, Petr Nečas, y el ministro del Interior, Radek John, protagonizan un nuevo duelo que afecta la gestión gubernamental.
A eso hay que sumar un escándalo de corrupción en el Ministerio del Medio Ambiente que debilitó al gubernamental Partido Cívico Democrático (ODS), quitándole fuerza en las negociaciones a nivel gubernamental.
El primer ministro Nečas desmintió que exista una lucha sistematizada contra la cartera del Interior y sus responsables.“El ministro del Interior sostiene que estamos mutilando su estrategia anticorrupción. Semejantes declaraciones son para nosotros inaceptables”, indicó Nečas.
Desde su llegada al poder el ministro Radek John ha insistido en que mantendrá una guerra permanente contra la corrupción. No obstante, sus métodos no han terminado de convencer al resto del Gobierno ni a la opinión pública.
Radek John presentó su estrategia anticorrupción para que la estudie el Gobierno. No obstante, las observaciones de Nečas fueron rechazadas de inmediato por el propio ministro John.
“En caso de que a los efectivos de las unidades especiales se les impida el acceso a las declaraciones de la renta de los sospechosos, la lucha anticorrupción resultará ridícula”, manifestó el ministro.Al primer ministro no le parece que el aparato de represión disponga de semejantes instrumentos para controlar a los ciudadanos, y está dispuesto a luchar contra eso.
Los medios de comunicación, que han servido de plataforma para el fuego cruzado entre los políticos, informan que el pulso político entre Nečas y John puede desembocar una mayor crisis gubernamental.El vicepresidente del Partido Cívico Democrático y ministro de Defensa, Alexandr Vondra, expresó que a su formación le preocupa la existencia de vínculos muy fuertes entre el ministro de Transportes, Vít Bárta, del mismo partido que John y la empresa privada de seguridad ABL, antes en manos de Bárta.
Los dirigentes del Partido Cívico Democrático insisten en que el gobierno de coalición debe funcionar de manera coordinada, transparente y responsable para garantizar estabilidad y ganarse el apoyo de los ciudadanos.De acuerdo con un sondeo de opinión publicado por el diario Mladá Fronta Dnes, el 70 por ciento de los ciudadanos estima que el Gobierno caerá antes de terminar su periodo de funciones de cuatro años.