¡Por fin viernes! Hace 36 años se acabaron los "sábados laborables" en Checoslovaquia
Los "sábados laborables" en Checoslovaquia dejaron de existir oficialmente en marzo de 1989, una medida que se utilizaba para "compensar" los días feriados. Aunque la semana laboral de cinco días ya se había establecido a finales de la década del 60, durante el comunismo era común recuperar días de trabajo y estudio los sábados si, por ejemplo, la Navidad caía en día de semana.
Hace poco menos de 60 años, la frase “por fin es viernes” no tenía el mismo significado que en la actualidad, al menos en Checoslovaquia. Casi entrando en la década de los 70, los checos estaban acostumbrados a trabajar de lunes a sábado, y solo contaban con el domingo para descansar, brevemente, antes de comenzar con la rutina de nuevo.
Afortunadamente para todos aquellos que no eran adictos al trabajo, esta situación cambió de forma definitiva el 11 de marzo de 1989, luego de un largo proceso, cuando se eliminaron de forma oficial los “sábados laborables”, una medida que terminó de consolidar la semana de trabajo de cinco días, en vez de seis, aunque este esquema se estableció por primera vez a finales de 1968.
Nuestra periodista Ivana Vonderková recuerda perfectamente haber vivido los momentos en que comenzaron a producirse estas modificaciones, que impactaron, de forma muy positiva, a ella y a toda su familia.
“Recuerdo que cuando era niña todavía sí iba los sábados a la escuela, cuando vivía aquí en República Checa y tengo que decir que no era nada agradable. Mi padre también trabajaba los sábados, entonces teníamos solo el domingo para descansar o para salir de paseo, por ejemplo. Pero, gracias a Dios, esos tiempos ya han cambiado. Por ley, se resolvió, se que serían oficialmente cinco los días laborables y dos días de descanso, o sea, sábado, domingo, días en los que no íbamos a trabajar ni íbamos a la escuela y para todos fue una gran alegría”.
Pero los cambios no se dieron de un día para el otro. En 1956, según reportan los medios locales, por primera vez se redujo la jornada laboral de los sábados, que pasó a ser de ocho a seis horas. En tiempos en que se discute la reducción de la semana laboral a cuatro días, aquel suceso puede entenderse como el primer paso hacia una vida más balanceada entre trabajo y tiempo libre.
A pesar de que hoy en día la idea de trabajar solo cuatro días y descansar tres todavía encuentra fuerte resistencias en países de todo el mundo, el cambio que se produjo de los seis a los cinco días de trabajo puede servir como un caso para entender que este tipo de modificaciones requieren paciencia. Luego de aquella reducción de ocho a seis horas de trabajo los sábados, en 1956, diez años más tarde, en 1966, la Comisión Estatal de Planificación introdujo un descanso cada cuatro sábados, y, al año siguiente, cada dos.
Fue recién en septiembre de 1968 cuando se implementó oficialmente la semana laboral completa de cinco días, algo que permitió a los checos disfrutar de planes como los que nos cuenta nuestra colega Ivana.
“Recuerdo que a nosotros nos gustaba ir a la casa de campo que quedaba en Bohemia del Sur, a unos 130 kilómetros de Praga, y entonces no había autopistas como ahora, por lo que para llegar ahí tardábamos dos horas, más o menos. Entonces, para ir a la casa de campo, por un día no valía la pena. Pero cuando pasamos a tener sábado y domingo de fiesta o de descanso, entonces sí pudimos aprovechar: salíamos el viernes ya por la tarde y el domingo por la noche volvíamos a Praga. Eso sí que era una gran alegría, poder salir por dos días fuera de Praga y descansar, bañarnos en el río y pasarlo bien, salir al bosque a pasear”.
Sin embargo, a pesar de que la mayoría de los checos comenzó a disfrutar más de los fines de semana a fines de la década del 60, los indeseables “sábados laborables” recién dejaron de existir en 1989. Durante el comunismo, estos días servían para “compensar” los días de descanso adicionales que se producían cuando los feriados nacionales caían durante la semana, como podía ser la Navidad o la Pascua. La medida afectaba tanto a empleados como a estudiantes. El último “sábado laborable” tuvo lugar el 11 de marzo de 1989 y nada mejor que un viernes para recordarlo.
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