Ondřej Hutnik, un chef experto en platos que incrementan el apetito sexual
Luego de trabajar en algunos de los restaurantes más prestigiosos del mundo, Ondřej Hutnik decidió volver no solo a su país sino también a las raíces de la comida checa. Establecido hace cuatro años como chef principal de Perlová voda, una hermosa posada en los montes de Bohemia Central, es autor del primer recetario checo de comida afrodisíaca.
A mucha gente le gusta contar, en lo posible cerca de su casa, con sitios donde poder comer platos internacionales, para sentir que viajan por el mundo gracias a los distintos sabores. Pero tal vez no existan tantos casos como el del reconocido chef Ondřej Hutnik, quien, por el contrario, viajó literalmente por el mundo gracias a su talento en la cocina: trabajó en algunos de los restaurantes más prestigiosos del planeta y, al mismo tiempo, se fue especializando en comida asiática.
“He experimentado y viajado mucho. Trabajé en el Hotel Mandarin Oriental de Praga, hice prácticas en la sucursal de ese mismo hotel en Shanghai mientras aprendía cocina asiática. Además de eso también estuve trabajando en el centro de Praga en el restaurante asiático Sia, en el restaurante del Hotel Hilton de Praga que abrió el chef británico Gordon Ramsay. También hice una pasantía en el prestigioso restaurante Geranium de Copenhague, Dinamarca. He estado viajando mucho y así he ido ganando experiencia con el propósito de aprender más sobre cocina”.
Luego de realizar semejante itinerario, el chef Ondřej Hutnik decidió emprender la vuelta y regresar a las raíces de la cocina checa. Desde hace cuatro años, es el chef principal del restaurante de Perlová voda, una hermosa posada ubicada en una casa señorial cuya construcción se remonta al siglo XIII y se encuentra en un pintoresco paraje al pie de los montes de Bohemia Central. Aunque él empezó a trabajar cuando el sitio ya contaba con tres años de existencia, su innovadora propuesta gastronómica autosustentable y con conciencia ecológica lo llevó a identificarse al máximo con el lugar.
“Obtenemos nuestros ingredientes de granjas locales y tenemos también nuestro propio campo donde cultivamos nuestras propias verduras, criamos nuestro propio pescado y algunos animales como corderos y cerdos de raza mangálica que tienen origen austrohúngaro, además de elaborar nuestra propia cerveza. Simplemente cocinamos como en casa, con los mejores ingredientes”.
Una especialidad por cada estación del año
El restaurante de la posada cuenta con un hermoso y amplio salón con altos techos abovedados, ladrillos a la vista y una infaltable y cálida chimenea. Un lugar más que adecuado para disfrutar de una gran variedad de comidas elaboradas con ingredientes frescos y sanos. Aunque muchas reseñas coinciden en que algunos de los puntos máximos de la cocina son las sopas y salsas, el chef Ondřej Hutnik asegura que el menú va variando mucho de acuerdo a cada época del año. En consecuencia, quienes decidan visitar Perlová voda podrán llevarse agradables y exquisitas sorpresas en cada estación.
“Por ejemplo, en invierno nuestra especialidad es la kulajda, nuestra famosa sopa de eneldo con setas. Por supuesto, preparamos también otro ilustre plato como es la svíčková, que solemos hacer en verano cuando aquí se celebran bodas. En verano también ofrecemos comida vegetariana que nosotros mismos cultivamos y, luego, en otoño, tenemos, por ejemplo, venado con salsa de rosa mosqueta o risotto de calabaza”.
Otra sopa imperdible es la de ajo, un clásico de la cocina checa; también un poderoso caldo de carne de costillas de ternera que constituye una de las grandes especialidades del chef y hasta una crema de alcachofas de Jerusalén que, como no podía ser de otra forma, también cultivan en la granja del lugar.
Cocina checa pero no tan pesada
La gran mayoría de los clientes que llegan a la posada para pasar unos días de calma son checos de Praga, aunque también suelen recibir a algunos alemanes por una cuestión de cercanía. Además, el establecimiento se encuentra relativamente cerca de un lugar emblemático de la historia checa como es el monte Říp, donde la llegada de los primeros eslavos y, entre ellos, de Čech, terminó dando nombre al país. Con semejantes condiciones, desde que el chef Ondřej Hutnik empezó a trabajar en el lugar tuvo la certeza de que debía preparar comida local. Sin embargo, también tuvo en cuenta la necesidad de innovar un poco e incorporar técnicas culinarias de otras latitudes.
“Intentamos, por supuesto, hacer cocina checa, pero de una manera moderna. Yo he estado en muchos restaurantes famosos, tanto en Praga como en el mundo, donde he aprendido un montón de nuevas técnicas de cocina. Así que tratamos de cocinar platos checos, pero de una manera moderna para que mantengan su sabor y funcionen bien, pero al mismo tiempo sean más livianos. Eso significa, por ejemplo, que, en vez de espesar las salsas con tanta harina, tratamos de usar una base vegetal, luego mezclamos y tamizamos para que la salsa quede espesa pero no pesada”.
En otras palabras, la idea de este chef es que los sabores checos permanezcan intactos, pero evitar, al mismo tiempo, problemas de digestión que puedan poner en riesgo el placer de pasar unos días de descanso. Contento y comprometido con su trabajo, Ondřej Hutnik afirma que, en estos cuatro años, ha ganado mucha experiencia, a tal punto que, en el futuro, le gustaría replicar la propuesta integral de la posada a un nivel quizás menor en lo que asegura es su gran sueño: tener su propio restaurante.
El otro apetito
Al terminar su estadía en la posada, los clientes pueden llevarse de recuerdo algunos de los productos de elaboración interna como mermeladas y cervezas. Pero además, en una de las barras del restaurante, se ofrece a la venta un libro blanco con una tentadora fruta en la portada y el sugerente título de Cocíname, amor. Se trata de un libro realizado por el propio chef Ondřej Hutnik, en colaboración con la sexóloga Laura Janáčková, que aborda el siempre fascinante universo de la comida afrodisíaca a partir de una serie de platos nada complicados que pueden prepararse en una cocina normal.
“Me encontré aquí con la renombrada sexóloga en este mismo restaurante y como su sueño era combinar el conocimiento de la sexología con recetas prácticas, nos pusimos de acuerdo y me dio una lista de ingredientes con los que la gente suele cocinar en su casa, aunque tienen la particularidad de ser afrodisíacos. Así decidimos hacer un libro de cocina erótica basada en todos los alimentos que estimulan el apetito sexual”.
Como en los casos de amor a primera vista, agrega que la realización del libro en el año 2021 fue tan fluida que apenas les llevó un par de meses. Empezaron a escribirlo en el verano y lograron tenerlo listo en otoño para poder repartirlo entre las librerías en noviembre, ya que les parecía un regalo ideal para las fiestas. A esa eficiencia contribuyó también la correcta distribución del trabajo: él se ocupó de redactar las recetas, mientras que Laura Janáčková se encargó de escribir algunos poemas y textos. Otro elemento importante del libro son las hermosas fotografías de los platos que fueron tomadas en la posada.
“Hay recetas que contienen solo un ingrediente afrodisíaco y hay recetas que contienen incluso cinco, incluimos también platos clásicos checos y otros de cocina mundial como es el caso de la comida asiática. Es un libro de cocina dirigido a personas con habilidades culinarias intermedias que quieren cocinar algo en casa. Recetas que no son demasiado exigentes y que, al mismo tiempo, son sabrosas y tienen buen aspecto”.
Una de las recetas más atractivas y hasta novedosas es la del risotto de café que incluye, entre sus ingredientes, ají y mejillones, por lo que se trata de una comida picante y cremosa a la vez. Ondřej Hutnik considera que en Chequia no se sabe mucho de gastronomía afrodisíaca y, de hecho, tiene la sospecha de que Cocíname, amor es el primer libro local que aborda este tema, pero además permite a los interesados preparar, en forma rápida y sencilla, sus propios platos con doble sentido.
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