El puente de Troja de Praga, una bella (y costosa) joya de la arquitectura moderna
El Nuevo Puente de Troja, en Praga, sirve a peatones y ciclistas igual que a tranvías y autos desde hace ya 10 años. Según los arquitectos, figura entre las obras modernas más hermosas de Chequia.
En 2015 la Asociación Europea del Acero concedió al puente de Troja el premio Award of Excellence de la categoría Puentes, en el marco del concurso The European Steel Design Awards 2015. Pero el precio calculado originalmente para la obra se incrementó notablemente. De los alrededor de 20 millones de euros previstos pasó a costar el triple.
Además, la capital checa tuvo que pagar una multa de 435.000 euros por construir otro puente distinto al que originalmente debió haber edificado la compañía Metrostav dentro del complejo de túneles Blanka. Pero el Ayuntamiento de Praga celebró un nuevo concurso arquitectónico para el proyecto del Nuevo Puente de Troja, del que salió ganadora la Oficina de Arquitectura de Roman Koucký junto a la compañía Mott McDonald.
Praga y sus puentes
En Praga hay más de 30 puentes, pasarelas y viaductos que cruzan el río Moldava o parte de él. De ellos, 18 lo atraviesan por completo. Y de estos, 13 son para circulación de automóviles, ocho para tranvías y cuatro son ferroviarios. El más antiguo es el Puente de Carlos y el más nuevo está ahora en construcción. Se trata del puente Dvorecký, que comunicará los barrios de Hlubočepy y Smíchov con el de Podolí.
Al antecesor del Nuevo Puente de Troja se le llamaba popularmente ‘rámusák’ (el ruidoso). Se trataba de un puente provisional instalado en 1981 y destinado sólo a tranvías y peatones, y que, como indica su apodo, hacía un gran ruido con cada tranvía que lo pasaba.
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Praga
Capital de Chequia. Aquí concurren todos los caminos, aquí llegan todos los años millones de visitantes de todo el mundo.