En Buenos Aires, el Gólem canta al ritmo de la música tradicional judía en una ópera imperdible

Drama en Josefov

El musical klezmer "El Golem de Praga", estrenado en Buenos Aires, narra de forma única la historia del monstruo que se convierte en héroe. Su director, Gastón Brian Gliksztein, nos cuenta cómo creó esta singular obra y nos invita a escuchar una versión muy especial de la clásica leyenda checa.

El desafío no era fácil: crear una obra original basada en la leyenda del Gólem de Praga parecía una tarea de brujos. Pero, el mito, cuyas versiones y adaptaciones se multiplican casi infinitamente a lo largo de los siglos, volvió a cobrar vida en Buenos Aires, gracias a las magistrales manos de Gastón Brian Gliksztein (dramaturgia y dirección) y Matías Linetzky (música original), en forma de ópera klezmer, llamada, como no podía ser de otra manera, El Golem de Praga. Gliksztein conversó con RPI sobre cómo se le ocurrió la idea de trabajar con este relato.

Gastón Brian Gliksztein | Foto: Juan Manuel Muttoni,  Radio Prague International

“Combiné la historia de un monstruo que estaba hecho por un rabino que existió, el rabino Leib, que estaba creado a imagen y semejanza de Dios, como el primer hombre, Adán, para proteger a los judíos de los libelos de sangre. Entonces, ahí tenía una gran hisotria: era contar el origen del antisemitismo, una historia real, con una historia y una leyenda fantástica, que es la creación de este Gólem”.

Fuera de control

Por supuesto, Gliksztein no creó su obra maestra a partir de barro o arcilla. Su interés por las tradiciones judías y por luchar contra los mitos antisemitas, como el de los libelos de sangre, combinado con su fanatismo por los musicales de Broadway, lograron que esta obra, que comenzó como un modesto workshop, terminara estrenándose en importantes teatros de Buenos Aires, como el Apolo, el Teatro de Devoto, el Auditorio de Belgrano y más. Al igual que el ser que da nombre al musical, pero en un sentido positivo, la obra se fue de control.

El rabino Low | Foto: Productora Mazel Tov

El protagonista de la pieza es el rabino Löw - o Leib, en yiddish -, quien intenta proteger al pueblo judío de injustas acusaciones que dan origien al antisemitismo. Interpretado por Gonzalo Almada, el maharal de Praga deberá hacer todo lo necesario para salvar a su pueblo.

Debido a que no hubo un solo responsable de las falsas acusaciones contra los judíos, sino una masa sin identidad, Gliksztein tuvo que crear a un antagonista. Así nació Alexej, encarnado por Emmanuel Degracia, un personaje igualmente determinado que el rabino, pero con el objetivo opuesto.

El Gólem con su creador | Foto: Productora Mazel Tov

La voz del Gólem

Por supuesto, también se destaca la voz del propio Gólem (Diego Rochinas), quien proyecta un lado sensible de este monstruo-héroe.

El Gólem | Foto: Productora Mazel Tov

“El Gólem tenía que tener voz, es el protagonista de la historia. Es cierto que en general no tiene voz, no tiene cerebro, pero nosotros tratamos de darle un cerebro y un alma. En la dramaturgia, uno trata de tomarse algunas licencias, para que sea más enriquecedor. De ahí surge la manera de hablar: tenía ser una especie de barítono, tenía que tener una voz profunda, porque uno a los monstruos se los imagina así. Y vuelvo a remarcar: uno habla de monstruos, pero igualmente es un héroe”.

A pesar del drama relatado, gracias a la música klezmer, por momentos la obra cobra el mismo clima alegre que suele caracterizar a las bodas judías y otras tradiciones.

Con atino, Gliksztein sostiene que sin el talento de Matías Linetzky, su socio y compositor de la música, la ópera no hubiera tenido el mismo recorrido.

Una ópera única

“El 50% del éxito es la música, porque ahora hasta ahora estuvimos hablando del libro, de las letras, pero como te comentaba la música klezmer fue muy importante para narrar esta obra, también tiene toques de música rock y música contemporánea, pero la música klezmer es el toque de distinción en este show. Matías Linetzky viene de una familia de músicos klezmer muy reconocidos, muy estudiosos de este género y yo los convoqué y lo convoqué a él para que le diera vida a las letras”.

Actualmente, la ópera, que cuenta con 20 artistas en escena y es cantada en 90%, se puede escuchar de forma gratuita en Spotify  y ver online en la plataforma Teatrix. Además, su director planea darle vida en las tablas en una temporada más prolongada. A juzgar por el buen recibimiento del público, la suerte de esta pieza parece destinada a lo grande, tanto como el drama que relata.

Además, Gliksztein ya trabaja en una versión en inglés, con vistas en los teatros de Nueva York y Londres, sin mencionar que estrenarla en Praga sería, según sus palabras, “un sueño hecho realidad”.

La judería teme la llegada de Alexej | Foto: Productora Mazel Tov

Curiosamente, el dramaturgo cree que la leyenda no es tan popular en su país, Argentina.

“Yo creo que no era conocida, incluso la propia comunidad judía no estaba tan al tanto de la historia del Gólem, y eso me sorprendió un montón. Al principio, muchos me dijeron que, además de que el público iba a confundir la historia con la de Frankenstein, solo le iba a interesar a la comunidad judía. Y realmente no sucedió eso, mucha gente que no es judía se conmovió con la historia y se interesó por ella. Así también conocí a gente de la República Checa, que se interesó en que se conozca la historia de este héroe tan popular en Praga”.

Gliksztein confiesa que, para él, el Gólem existe realmente. De ser así, el legendario ser muy probablemente lo contaría entre sus amigos, a juzgar por el homenaje que le ha realizado en esta ópera tan original.