“Día de Vivos” en Lidice
Como es costumbre, la mexicana Edna Gómez Ruiz viaja a Lidice a comienzos de julio para rendir homenaje a las víctimas y sobrevivientes de la masacre de esa localidad en la Segunda Guerra Mundial. Un homenaje lleno de música, baile, flores, comida y tequila al estilo mexicano.
Desde 2013, los “niños” de Lidice, sobrevivientes de la masacre nazi del 10 de junio de 1942, pero también sus hijos y nietos, viajan simbólicamente al lejano México acompañados por la profesora Edna Gómez Ruiz.
La maestra de música visitó por primera vez el pueblo de Lidice en 1984 y desde entonces vuelve incansablemente acompañando a delegaciones oficiales mexicanas. Pero también se esfuerza por divulgar el nombre y la trágica historia de Lidice en México, por lo que le fue concedido en 2007 el premio Gratias Agit, dedicado a personas que promocionan a Chequia en el extranjero.
Desde hace 11 años, está en estrecho contacto con los sobrevivientes de los acontecimientos de 1942 y cada año vuelve para alegrarlos con sus bailes, canciones y su buen humor. Tal es la conexión que le inventaron el apodo de “nuestra mamá adoptiva”, dice.
“En el segundo encuentro, en 2014, Marie Šupíková, que era una de las más importantes sobrevivientes, me decía: ‘Edna, si tú prometes venir el año que entra, nosotros te prometemos tener salud y estar vivas’. Así fue, 2013, 2014, 2015, hasta que ella se fue. Pero me dijo: ‘Entonces, tú eres nuestra mamá adoptiva’”.
Así, este martes se escucharon en el pueblo de Lidice una vez más a los mariachis, se vio gente bailando, cantando, disfrutando de buena comida checa y buen tequila. Todos estaban celebrando la vida y la muerte tal y como se hace en México, como Edna Gómez lo ha enseñado a lo largo de estos años.
Como explicó la alcaldesa de Lidice, Veronika Kellerová, se trata de un segundo homenaje, celebrado anualmente en Lidice. El primero siempre se organiza el fin de semana posterior al aniversario del 10 de junio y se trata de un evento formal. Los acontecimientos representan juntos muy bien el legado histórico del pueblo igual que su espíritu de hoy en día.
“Nuestro pueblo siempre ha sido muy alegre y Edna como si fuera una de nosotros”.
Veronika Kellerová
“Mi abuela tuvo suerte, fue una de las mujeres de Lidice que volvió, pero su padre y su hermano están en la fosa común entre los 173 hombres de Lidice. Esto es la parte triste de nuestra historia. Pero nuestro pueblo siempre ha sido muy alegre y Edna como si fuera una de nosotros. Tenemos muy presente el lema que surgió en 1942 en Inglaterra: ‘Lidice shall live’, (Lidice vivirá). Esto es lo que deseaban nuestras madres, abuelas, bisabuelas, que Lidice viva”.
Este año, asistió a ambos eventos por primera vez la nueva embajadora de México en la República Checa, Berenice Díaz Ceballos, quien también conversó con Radio Praga Internacional sobre sus sensaciones al respecto.
“Yo estuve aquí el 15 de junio, vine por parte del Gobierno de México a colocar la corona. Fue mi primera vez aquí en Lidice, muy impresionante la ceremonia, el lugar, ver los baldíos, ver como anteriormente era la ciudad y que prácticamente no quedó nada, el monumento de los niños es impresionante. Cuando me invitan a la ceremonia de hoy y veo el programa, veo que va a haber mariachis, una comida y palabras, no entendía por qué el concepto era distinto. Pero ya platicando con Edna, nos explica que también es el festejar la vida”.
“Es una gran coincidencia, viví en San Gerónimo Lídice 30 años y ahora tengo la gran oportunidad de vivir aquí”.
Berenice Díaz Ceballos
Para la embajadora, la historia de la liquidación de Lidice, sin embargo, no era desconocida ya que, en la propia Ciudad de México, Lidice es más presente de lo que la sociedad checa supondría.
“México ha designado también un pueblo que lleve el nombre de San Gerónimo Lídice. Es más, yo vivo en esa alcaldía, llevo 30 años viviendo ahí. Antes se llamaba San Gerónimo Aculco y cambiamos el nombre a San Gerónimo Lídice. Es una gran coincidencia, viví en San Gerónimo Lídice 30 años y ahora tengo la gran oportunidad de vivir aquí”.
“Quizás nuestras generaciones jóvenes no saben tanto como los mexicanos”.
Tomáš Goláň
San Gerónimo Lídice fue visitado en su momento por el senador checo Tomáš Goláň, también presente en el acto de este martes. Como contó, no solo le impresionó que una parte de la Ciudad de México se llamara así, sino que le sorprendió que hasta algunas mujeres mexicanas reciben el nombre de Lídice. Una de ellas, Lídice Fragoso Contreras, también vino esta vez a Chequia para visitar el lugar que le dio su nombre.
“Asistí al acto de homenaje en el propio San Gerónimo Lídice junto a los representantes de la UE, los embajadores de nuestros países vecinos, inauguramos ahí también una exposición en recuerdo al centenario de las relaciones bilaterales checo-mexicanas y ahí conocí a la señora Edna. Por supuesto, yo conocía el tradicional acto conmemorativo de Lidice, pero este de julio no. Este es el segundo año que asisto a este evento y estoy fascinado cómo la gente en México celebra el coraje de los habitantes de Lidice en 1942 y cómo en México nombran a sus hijas Lídice. Quizás nuestras generaciones jóvenes no saben tanto como los mexicanos”.
El encuentro contó con la presencia de la última mujer del antiguo Lidice, Jaroslava Skleničková, de 98 años de edad, pero también del último hombre, Pavel Horešovský, nacido el 25 de mayo de 1942, solo dos días antes de que la resistencia checa efectuara el atentado contra el cabecilla nazi Reinhard Heydrich, cuya muerte provocó la liquidación tanto de Lidice, como de la aldea de Ležáky.
Los asistentes al acto conmemorativo concordaron en que es importante seguir aprendiendo de la historia para que no se vuelva a repetir. Especialmente, en estos momentos cuando una guerra sucede muy cerca de la frontera checa. Como dice Edna Gómez Ruiz, la historia de Lidice la ha acompañado siempre y es más, le da fuerzas.
“Cuando estoy triste y no puedo saber qué sigue, cómo hacer todo esto, porque cuesta trabajo tocar el tema de Lidice, ¿sabes quién me ayuda? Los hombres que fueron asesinados sin juicio el 10 de junio. Esos hombres mayores de 15 años. Yo no los conocí pero ellos sí me conocen. Están allá arriba y ellos son los que me dan la fuerza para que yo cuide a los que quedan aquí. Eso nadie lo sabía, en ninguna entrevista está”.
Cuatro décadas después de su primera visita, la mexicana anunció que este año iba a concluir sus viajes regulares a Lidice por temas de salud. También quiere cumplir sus compromisos con los estudiantes que tiene en México. Fue ella quien traía alegría y vida al pueblo de Lidice, pero a la hora de resumir esta etapa de su vida, asegura que el enriquecimiento fue mutuo: “Una cosa es vivir y otra sobrevivir. Ellos me enseñaron a vivir”.
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