People in Need, la mayor ONG checa, cumple 30 años ayudando en todo el mundo
De los Balcanes a Ucrania, pasando por gran parte de los peores conflictos armados y crisis humanitarias de las últimas tres décadas, la ONG checa People in Need no ha dejado de prestar ayuda donde más se necesitaba, así como apoyar a la oposición contra regímenes totalitarios como en Cuba. Radio Praga Internacional habló con su director y fundador, Šimon Pánek.
People in Need cumple este jueves 30 años exactos, desde que comenzó a funcionar como fundación humanitaria de la Televisión Checa. Sus proyectos tanto de ayuda a largo plazo como en situaciones de emergencia han llegado a todo el mundo. Sin embargo, la historia de la organización empezó a escribirse unos dos años antes del 21 de marzo de 1994 y ligada a la tumultuosa desintegración de la antigua Unión Soviética, como contó a Radio Praga Internacional el fundador de People in Need, Šimon Pánek.
“Pasamos los dos primeros años bajo el ala de Lidové noviny, que era un periódico resucitado después de haber sido prohibido por los comunistas en 1949. Su corresponsal en la antigua Unión Soviética era el periodista Jaromír Štětina, que estaba en Moscú y recorrió la serie de conflictos locales que surgieron en la URSS después del fin del comunismo como los hongos después de la lluvia. Me llamó y me dijo que teníamos que hacer algo de ayuda humanitaria, que Lidové noviny pondría una oficina. Pero ya en 1993 hicimos la primera gran campaña con la Televisión Checa para ayudar a Sarajevo y vimos que, por supuesto, el poder de la televisión pública era mucho mayor”.
Con el cambio a la Televisión Checa, recuerda Pánek, se eligió el nuevo nombre de la organización, para el que se basaron en la fundación homóloga de la televisión pública austriaca, la ORT. De Nachbar in not (Vecino en apuros), se llegó a People in Need.
Las primeras grandes operaciones la llevaron a lugares como Bosnia y Herzegovina, la región exsoviética del Alto Karabaj o Somalia. Reconoce Pánek que esto no respondía a ningún programa, era la actualidad la que mandaba.
“No planeábamos nada en absoluto, éramos un grupo de voluntarios. Los dos primeros años, básicamente, fueron sin salario, a veces nos daban 100 marcos alemanes cuando íbamos a algún lugar de los Balcanes para comprar comida. Pero, en realidad, intentábamos ganar dinero extra con otros trabajos aparte o éramos estudiantes. Yo diría que fue un típico ejemplo de surgimiento de una sociedad civil, desde abajo”.
“Los cubanos llegaron con casi un cuento de hadas”
El trabajo no tardó en acumularse para People in Need. Aún en aquella década de los 90, comenzó también otra de sus actividades más importantes aparte de la ayuda a los civiles en conflictos armados: el apoyo a la lucha de los activistas por los derechos humanos en países con regímenes totalitarios como, por ejemplo, Cuba, con la que People in Need tiene una larga trayectoria de lucha contra el régimen.
“Después de la gente de Karabaj, llamaron a nuestra puerta los estudiantes de los Balcanes y luego jóvenes de Bielorrusia, a los que golpeaban por manifestarse por unas elecciones libres. Y aparecían más cosas y era difícil decir que no. Y vinieron los cubanos, con casi un cuento de hadas de cómo los intelectuales se enfrentaban al régimen autoritario, inspirados, por ejemplo, con El poder de los sin poder, de Václav Havel. Para ellos era como un ejemplo, una especie de esperanza. Todos ellos a menudo llamaban al Ministerio o a la Presidencia de la República, pero las autoridades no tenían nada que ofrecer ni cómo apoyar a la oposición de Bielorrusia o Cuba o, más bien, a aquellos individuos de Cuba, y nos los mandaban a nosotros”.
No dejaban de aparecer nuevos desafíos en todo el mundo, pero no tardó en llegar el momento en el que se dieron cuenta de que también tenían que dirigir su mirada dentro de la República Checa.
“A finales de los años noventa, levantaron un muro en Ústí nad Labem, en la frontera con Alemania, el alcalde hizo construir un muro entre la ciudad y la zona donde vivían los gitanos y nosotros pensamos: ‘¿Un muro? Si ya tuvimos uno aquí y nos alegramos de no tenerlo más’. Así que teníamos que empezar a hacer algo aquí en casa también por la convivencia con la minoría gitana. Eso fue en 1997, ya han pasado 27 años y somos una de las agencias más grandes del país que se ocupa de las minorías con trabajo social, pero también con políticas”.
“En los noventa pensé que nunca más se repetiría lo de los Balcanes. Me equivoqué”
Aún en los 90, la organización pasa a ser una ONG y se desliga de la Televisión Checa. Terminó siendo una dificultad más porque eran tomados por periodistas sin serlo en países donde precisamente se perseguía a los periodistas. Pero el impulso de People in Need ya era lo suficientemente grande como para poder actuar sin la ayuda de una gran institución como la Televisión Checa. Casi sin darse cuenta, la ONG había alcanzado unas dimensiones inimaginables pocos años antes, dice Pánek.
“Llegó otra guerra en Kosovo y la primera guerra de Chechenia, luego la segunda guerra de Chechenia y así sucesivamente. Así que de repente me di cuenta de que dirigía una empresa en 10 países de todo el mundo y que probablemente había encontrado en ella, si no suena muy patético, cierto sentido a la vida al hacer algo que es extremadamente interesante, que presenta muchos desafíos, pero que me llena al mismo tiempo, que ayuda objetivamente a personas que necesitan ayuda”.
Por desgracia, People in Need no ha dejado de ser necesaria. De hecho, todo lo contrario, reconoce un pesimista Šimon Pánek.
“Yo estuve en la guerra de los Balcanes, a mediados de los años noventa. Ha pasado mucho tiempo, 30 años. Vi civiles muertos, aldeas incendiadas, fosas comunes de civiles metidos allí por una especie de excavadora. En los Balcanes y en Chechenia vi tumbas muy similares a las que vemos ahora en Ucrania. Entonces yo tenía 25 años y pensaba que eso no volvería a pasar, que habría al menos un mínimo de racionalidad y cooperación en el mundo para que estas cosas no sucediesen más, que no se asesinase a civiles, que no se produjeran limpiezas étnicas como en Bosnia, por ejemplo. Pero me equivoqué, el mundo está incluso peor hoy. La enorme guerra y la agresión de Putin contra Ucrania es algo que no podíamos imaginar en absoluto, pero no es sólo allí, el mundo está polarizado y es multipolar”.
People in Need cuanta en su 30 aniversario con unos 3000 empleados, de los que solo 800 trabajan en Chequia. En la actualidad, su actividad se desarrolla en más de 20 países de todo el mundo, pero han actuado en más de 50.
El inicio de la guerra de Ucrania supuso otro momento clave en su historia, y la ONG, además de atender a los cientos de miles de refugiados llegados en los últimos dos años, ha llegado a tener hasta 350 trabajadores a la vez en Ucrania realizando diversas labores humanitarias.
Por su labor humanitaria, Šimon Pánek ha recibido diversos galardones como el Premio Memoria de la Nación, que entrega la ONG de memoria histórica checa Post Bellum o la Legión de Honor, la más alta de las distinciones que otorga Francia.